La poeta de Nules afincada en Castelló Lola González Montoliu volvió a ser la encargada de cumplir con el protocolo de entrega a la reina de la Vila --en este caso la joven Jèssica Gozalbo-- la preciada rosa que la acredita como ganadora de uno de los certámenes literarios más arraigados en la tradición cultural valenciana, los Jocs Florals, que en Nules han sobrevivido al paso del tiempo celebrando ayer su 66ª edición, al abrigo de las fiestas patronales de la Soledat, inauguradas con la gala de entrega de los premios.

A González Montoliu se la podría considerar una experta en estas lides, porque ya son seis las ocasiones en las que ha ostentado este honor gracias a poemarios cargados de sensibilidad, como a buen seguro será el caso de Mentre dorms, que le ha hecho merecedora de la distinción que recogió con «los mismos nervios de siempre, como si fuera la noche de estreno para un actor».

Seguramente, las mismas sensaciones que experimentó Rafael Arrufat Valls, que logró otro de los premios especiales de esta convocatoria, el que se reserva para los autores locales, el Anna Rebeca, que logró con La gravetat de les paraules. Mientras que el premio al mejor poemario infantil fue a parar a manos de Sergi Pérez Silvestre, por Poesia per a mariners. Llama la atención que el resto de premios ordinarios --fe, patria y amor-- quedaron desiertos por decisión del jurado.

MÁS PROTAGONISTAS // En cuanto a las distinciones extraordinarias, el premio de investigación y divulgación fue para Miguel Ángel Sanz Julià por La casa dels alemanys; el que debía responder al lema Nules, passat i memòria. Fa 50 anys érem joves, dirigido a autores mayores de 60 años y patrocinado por la Residencia Virgen de la Soledad, fue para José Lucas Sanahuja, por su trabajo Tempus fugit. También quedaron desiertas el resto de categorías.

El Ayuntamiento invitó a intervenir como mantenedor a Vicent Molés Herrero, licenciado en Filosofía y Letras, y durante 15 años miembro del jurado de este mismo certamen, entre otros destacados méritos profesionales. En su intervención, fue escrupuloso con la esencia de los Jocs Florals, realizando un resumen sobre el origen y trayectoria del galardón, identificando a la lengua valenciana como «núcleo principal». En cuanto a las temáticas tradicionales de fe, patria y amor, constató los lazos personales que lo unen con los galardones recordando, por ejemplo, la devoción por Sant Vicent y la Soledat.