Vila-real cumplió ayer con una de las tradiciones que marcan el calendario festivo, rindiendo honores a Sant Antoni.

Cientos de vecinos, guiando a sus mascotas y animales, participaron en la multitudinaria Matxà que recorrió las principales calles de la localidad. La comitiva, que partió de la avenida la Murà, discurrió por Pío XII, Cardenal Tarancón, Arrabal del Carmen, Mayor Santo Domingo, plaza Mayor, plaza de la Vila, Mayor San Jaime y Pere III, para finalmente regresar a la plaza Mosén Ballester, sede de la Congregació de Lluïsos (agrupación que organiza esta cita desde el año 1973), donde se llevó a cabo la bendición y el reparto entre los participantes de 4.500 rollos preparados por la entidad.

Aves, gatos, equinos, reptiles, peces y, mayoritariamente, perros de todas las razas fueron los protagonistas de este desfile por las calles del centro de la ciudad que registró un nuevo éxito de participación y que, como es habitual, incluyó momentos gastronómicos, con la degustación de rotllets de anís y mistela, a medio camino, para combatir las bajas temperaturas de enero.

La elevada participación puso de manifiesto una vez más el apoyo de la población a estos actos, que cuentan con la colaboración de la Concejalía de Juventud, un respaldo manifiesto que impulsa el esfuerzo de Lluïsos por dar continuidad a esta arraigada costumbre.

Vila-real cumplió también con uno de los rituales más extendidos en los municipios valencianos, el encendido de la hoguera en la víspera de la festividad del patrón.

HOY

Tras bendecir a los animales y compartir el fuego purificador, Vila-real afronta hoy la segunda jornada de festejos, cuyo epicentro se traslada al paraje del Termet de la Mare de Déu de Gràcia. Según explica la Concejalía de Tradiciones, en la ermita existe un altar dedicado al patrón de los animales y, desde 1483, está documentada la presencia de una de las cuevas del ermitorio de un fraile de San Antonio, que posiblemente dio origen a la devoción que existe en el municipio.

De este modo, a las 13.00 horas, en la ermita, se oficiará una misa y, al finalizar, se llevará a cabo el reparto de panets. Cabe señalar que en esta ocasión el consistorio ha encargado un total de 1.300 de estos panecillos, 50 de ellos sin gluten, que se entregarán tanto a los asistentes al acto como entre los usuarios de las residencias de ancianos de Vila-real. La celebración contará con la presencia de la corporación municipal, encabezada por el alcalde de la ciudad, José Benlloch.