Hubo un etapa, no hace demasiado, que se creía que las fiestas de Sant Joan, a pesar de su tradición, no iban a sobrevivir, pero esa realidad se ha transformado de manera evidente en los últimos cinco años, con una comisión presidida por Valentín Saiz que con el programa que se inicia hoy da por completado un proyecto que pretendía «resucitar las fiestas del barrio».

Lo que podría considerarse una revolución del ánimo colectivo tendrá su reflejo más evidente en una tradición que nunca se ha perdido, pero que en este tiempo «ha cogido mucha fuerza», como asegura Saiz, las típicas fogueres. «Este año sabemos que 3 ó 4 calles se están esforzando por hacerlas más elaboradas, no serán un montón de trastos», explica.

PROGRAMA TAURINO / Y así, con esas ganas de compartir el espíritu festivo que siempre había caracterizado al barrio, los vecinos encaran una programación intensa, repleta de propuestas para todas las edades y con único objetivo, que la gente salga a la calle a disfrutar del que siempre ha sido el inicio del calendario festivo de Nules --que ahora le corresponde a las recién creadas fiestas de El Salvador, en abril--, con especial incidencia en la inauguración de la temporada taurina.

Que estas celebraciones cobran fuerza también se ha visto reflejado en este apartado de la programación. Para la ocasión, han adquirido hasta cinco toros cerriles, a los que se suman otros ejemplares embolados de corro. Para lograr este completo cartel de exhibiciones, la comisión (patrocinará tres de los bous al carrer), ha contado con la colaboración de varias peñas: Sant Joan y Amics del Bou --también patrocinan cerriles-- y la Vuits i nous, y los vecinos de la calle Sant Pasqual, que ofrecerán a los aficionados dos embolados de corro.

Otro síntoma de la implicación vecinal y del entusiasmo recuperados ha sido que, de nuevo, el barrio tiene tres clavarios, Víctor Herraiz, Adrián Sorribes y Héctor Casaus, y cuenta con reina y damas que lo representen. En esta ocasión es la joven Júlia Monlleó Bueso, acompañada en la corte por Rosa Mari, María, Carmen, Rosa Mª, Celia y Mireya. Todas ellas son la mejor ejemplificación de que una fiesta que se renueva día a día y que atrae a las generaciones más jóvenes tiene la continuidad garantizada.

Eso esperan quienes llevan todo el año, desde hace cinco, animando al barrio a movilizarse y participar. Y así han logrado que, por ejemplo, en el concurso de paellas, que vuelve a celebrarse, esperen la participación de entre 600 y 800 personas, mientras que el tombet de bou del sábado 23 rozará los 2.000 asistentes.

Valentín Saiz, en nombre de la comisión, en las horas previas al inicio de las fiestas, quiere agradecer públicamente «la participación e implicación de los vecinos, así como de los comercios y entidades que están colaborando y haciéndolo todo posible».