La atmósfera festiva invade cada rincón de Vall d’Alba con motivo de la celebración de sus fiestas patronales en honor a San Juan Bautista y la Inmaculada Concepción.

En esta ocasión, la alegría llega a la población por partida doble, puesto que por primera vez la localidad cuenta con una corte de honor infantil que representará a los vecinos con ilusión y entusiasmo en todos los actos.

Se trata de 15 niñas que, desde que se determinó su cargo han mostrado su implicación y que están dispuestas a darlo todo.

Alicia Sánchez, Paz Suller, Paula Gago, Gemma Centelles, Anisia Daria Isar-Ciobanu, Arantxa Pitarch, Birtukan Wuledewa Reolid, Sofía Escuder, Aina Adell, Lucía Turlo, Nerea García, Paula Aparisi, Noa Gil, Nuria Cuevas y Sandra Elena Rapenau encarnan la implicación de una localidad que ya vibra con las propuestas de estas fiestas de agosto.

Según apuntan desde el Ayuntamiento, la intención es que esta propuesta «tenga continuidad, puesto que la corte de honor se ha creado con el ánimo de que las niñas de Vall d’Alba puedan conocer y vivir la fiesta de una manera especial, sin necesidad de códigos, protocolos ni etiquetas, al tiempo que sembramos el amor de las pequeñas por nuestras tradiciones, abonando el camino para que en el futuro podamos contar con reina y damas».

ILUSIÓN // La novedosa crida a la festa, incluida por primera vez en el programa y protagonizada por los Kintos 2018, así como el posterior pasacalle por el casco urbano del municipio marcaron los primeros compases de las celebraciones, en las que vecinos y visitantes ya han podido disfrutar, desde ayer, del tardeo, que se prolongará hasta mañana, para regresar con fuerza la jornada del 1 de septiembre.

El reparto del detalle de las fiestas y el desfile de disfraces infantil pusieron de manifiesto el saber hacer y la implicación de esta simpática corte infantil.

No obstante, será a partir de hoy cuando la intensidad marque el devenir diario de estas 15 niñas que han visto cumplido un sueño común y se han convertido en un grupo compacto e inseparable, como prueba de la hermandad y el buen ambiente imperante en Vall d’Alba, cualidades que se multiplican estos días.