Hasta 16 futbolistas del CD Castellón no han jugado aún en Segunda A, más de la mitad de la plantilla. Normal que exista, en el vestuario de Óscar Cano, una sensación de hormigueo superior a la habitual en puertas del inicio de una nueva competición. Si ante el Logroñés primero y el Cornellà después eran el partido de sus vidas, ahora, llega, como dice Joseba Muguruza, la hora de «cumplir nuestros sueños». Porque el verdadero salto es al fútbol profesional, desde esa categoría tan ingrata como la Segunda B.

«Ha sido un año en el que hemos disfrutado, pero ha sido complicado por la situación», resume el guipuzcoano sobre la temporada del coronavirus. «Por nosotros, y por todos los que tenemos detrás, como familias, amigos y novias, tenemos muchas ganas de empezar bien», subrayó.

El reconvertido a lateral derecho del Castellón añadió que después de muchos años de intentarlo, a él, personalmente, le llega la oportunidad de jugar en la división de plata, a la que el Castellón accedió en una fase de ascenso a puerta cerrada, sin público, por la situación sanitaria que también condiciona el inicio liguero.

LA CIFRA

A Muguruza le ha costado dar el salto a la Segunda A, pero no tanto como al propio Castellón. Los albinegros vuelven a la hora rebautizada como LaLiga SmartBank, al cabo de 3.738 días. Su último partido fue el 10 de junio del 2010, con el equipo ya descendido, contra el Córdoba, con derrota (1-0). El Castellón no ganó en ninguna de las últimas ocho jornadas de la temporada 2009/2010.

Desde entonces, una temporada en Segunda B, siete en Tercera y otras dos en la división de bronce del fútbol español, para alcanzar de nuevo la Segunda A después de superar en la final de los play-off de ascenso al Cornellà.