Cuatro puntos ha sumado el CD Castellón de los últimos 30 disputados y su imagen sobre el terreno de juego ha cambiado considerablemente respecto a la de las primeras jornadas en LaLiga SmartBank. Aquel equipo que plantaba cara a cualquier rival, y que sorprendió a propios y extraños por su juego pese a su condición de debutante en la categoría, ha quedado diluido en el último mes y medio. Ahora, el conjunto albinegro se ha mostrado incapaz de encadenar dos victorias consecutivas en las últimas semanas y su entrenador, Óscar Cano, ha perdido crédito.

El encuentro de este sábado en Anduva ante el CD Mirandés (21.00 horas) podría ser una final para el técnico granadino, cuyo puesto podría estar en la cuerda floja. Pese a que Cano siempre ha contado con la confianza de la directiva albinegra y los mensajes que le transmitían era de «tranquilidad» como él mismo reconocía, las derrotas contra el Real Oviedo (4-1) y la del pasado martes en Castalia contra el Alcorcón (0-2) dejaron muy tocada la figura del entrenador.

BLOQUEADOS / Así, y con el fin de que los jugadores del Castellón se desbloqueen de la actual situación y hagan piña en estos momentos tan delicados que les está tocando vivir, el cuerpo técnico se ha llevado a la plantilla al Parador Nacional de El Saler en València en una concentración de tres días para aislarlos, hacer piña y tratar de que lleguen lo más frescos posibles al próximo encuentro.

La concentración arrancó ayer con una sesión matinal y otra vespertina, esta última en el gimnasio. «Hemos entrado en una dinámica negativa y necesitamos un cambio de mentalidad. Estos días de convivencia nos van a venir bien para juntarnos y hacer un poco de conjura», explicaba Carles Salvador, uno de los pesos pesados del vestuario albinegro.

«MANTENER LA PORTERÍA A CERO» / El centrocampista castellonense, quien apunta a la titularidad contra el Mirandés tras un mes apartado de los terrenos de juego por una lesión muscular, cree que una de las virtudes que tenía el equipo en las primeras jornadas era su fortaleza defensiva y, de un tiempo a esta parte, eso también se ha perdido. En este sentido, el cerebro del conjunto albinegro avanzaba que una de las claves de cara al partido del sábado será «mantener la portería a cero, algo que nos está costando mucho y a partir de ahí ir creciendo día tras día» hasta darle la vuelta por completo a la actual situación y escalar posiciones en la clasificación.

No será tarea fácil porque, enfrente, estará un equipo venido a más y llamado a estar en la zona alta de la clasificación en Segunda División. «El Mirandés es un equipo que aprieta y muy complicado, pero trataremos de hacer nuestro partido, conscientes de la situación que atravesamos y de la importancia de sumar puntos», añadía el futbolista.

Sin Carles Salvador el Castellón ha perdido seis de los siete partidos disputados y, en la mayoría de ellos, con problemas en el centro del campo. Su regreso tendría que suponer un plus.