El Castellón llega al que se espera sea su ecuador en la travesía de vuelta a Segunda B. En siete días, Castalia (17.30 horas, Televisión de Castellón Mediterráneo) pasa de acoger la definición de la primera ronda a ser el punto de partida de la segunda, que se presume mucho más difícil que la del Tropezón. No en vano, el Sant Andreu, segundo del grupo catalán, encadena 19 partidos sin perder.

Una final anticipada que exigirá a los albinegros, durante al menos 180 minutos (sin contar con descuentos, prórroga y/o penaltis), si no quieren despedirse antes de tiempo, en otra tentativa frustrada, de la necesidad de poner fin a su periplo en Tercera. Sin embargo, los orelluts afrontan el primer asalto desde la seguridad de sus resultados (tres derrotas en 31 encuentros, ninguna en casa) y sin bajas (más allá de las dos de larga duración: Luismi Ruiz y William Domingues).

Con todos disponibles, y pese a que en la promoción puede inscribir a 18 (entra Albert Pedra por David Colomer), Sergi Escobar debe resolver el «galimatías» de la alineación. A estas alturas, pocos cambios, pero el almazorense siempre, siempre sorprende. Cristian Herrera, autor del hat-trick saliendo desde el banquillo, recuperará su sitio en el once, que recuperará el 4-4-2 al lado de David Cubillas, con el exandreuenc Nuha Marong en la recámara. Lo lógico es que caiga uno de los tres mediocentros (Marc Castells, Javi Rubio o Jordi Marenyà), manteniendo, como es habitual, el dilema de la composición de la pareja de centrales, también con tres hombres para dos puestos.

DETALLES QUE CUENTAN

En una eliminatoria cuyo desenlace apunta a fotofinish, cualquier detalle suma. De entrada, el Sant Andreu comparece sin el mediapunta Ton Alcover (expulsado), a quien los informes sitúan con la vitola de jugador determinante, sobre todo en la estrategia, uno de los muchos puntos fuertes del conjunto quatribarrat. Incluso puede ayudar que tanto el primer como el segundo entrenador, Mikel Azparren y Xavi Jiménez, estarán en la grada por sanción, con lo que la dirección recaerá en Sergi Pujol, preparador específico de porteros.

EL PELIGRO VIENE DE ARRIBA

El Sant Andreu no ha descuidado la preparación, hasta el punto de que esta semana se ha ejercitado en la Ciudad Deportiva del Espanyol, al carecer de un campo de césped natural en buenas condiciones como Castalia. Una alfombra que, no obstante, podría verse afectada, en caso de cumplirse la predicción de lluvia abundante a lo largo de las horas previas al encuentro, lo cual podría repercutir negativamente en la afluencia de público, fundamental hace siete días, en cantidad (12.000 espectadores) y calidad, a la hora de poner fin a la resistencia del Tropezón.