La Segunda B vive inmersa en una guerra marcada por los intereses de todos los clubs implicados en la pugna por el ascenso. Unos defienden que la competición concluya y asciendan los líderes, otros que suban los cuatro equipos con más puntos de los cuatro grupos (Ibiza), y en ese fuego cruzado la Federación ha tomado la decisión más justa y menos perjudicial para sus intereses, pero más dificil de que sea viable.

El Castellón se ha mantenido al margen, aunque como es lógico su opción favorita sería la finalización de la competición en estas circunstancias desfavorables por la pandemia del covid-19; pero la opcion de disputarse a 90 minutos el ascenso a Segunda A hubiera sido visto como un sueño en el mes de agosto pasado.

Fiel a su estilo, Vicente Montesinos ha decidido que el club albinegro no tiene que generar polémica alguna y debe trabajar ya en el escenario de disputar esa fase de ascenso. Sí, tan cierto como que también necesita poner su maquinaria en marcha y saber cómo, cuándo y dónde se disputará el play off exprés, en el que, cómo mínimo, parte con un 50% de posibilidades de subir.

Por ello, el Castellón ya se ha dirigido a la Federación, como ya informó Mediterráneo en su edición de aye, para que se agilice cuanto antes el escenario de la vuelta a los entrenamientos,

dudas // Sin embargo, la Federación todavía no tiene claros los pasos a dar para la vuelta del fútbol no profesional, puesto que los acuerdos alcanzados con el CSD se ciñen al ámbito profesional.

El fútbol modesto todavía sigue pendiente de que Sanidad autorice la actividad para esta otra parte del deporte que no es la elite.

Por ello, el CD Castellón quiere conocer lo antes posible cuáles serán los protocolos para que los jugadores puedan retomar los entrenamientos, después de ya casi dos meses de inactividad, aunque la propia Federación de puertas para adentro lo considere poco factible, porque la maquinaria del fútbol modesto no es la de los clubs de Primera, ni tampoco los medios económicos para llevar a cabo un protocolo como el del fútbol profesional.

¿Quién se hará cargo de la infraestructura que esto requiere? ¿Cómo se pagará un mes de concentración para los clubs implicados ¿Quién pagará los test para detectar contagios? ? Al margen de los gastos médicos y profesionales para poner en marcha a un equipo que llevará más dos meses parado, junto a las fechas... Sin duda son muchas las incógnitas a las que el Castellón no ha encontrado respuesta por parte de la Federación.