Vicente Montesinos se ha convertido en algo así como el conejo de la suerte del CD Castellón. Desde que lo salvó de la desaparición, liberó el secuestro de David Cruz y soltó las esposas de Castellnou2005, el aficionado albinegro ha recuperado la sonrisa y el orgullo de sentirse del CD Castellón acudiendo a Castalia, gane o pierda su equipo, porque en ambas situaciones ha llenado el estadio.

Montesinos representa para la gent albinegra el símbolo del presidente que trabaja por y para el Castellón sin ánimo de expoliar o sacar cualquier tipo de partido de la camiseta albinegra y lo que ella supone. Su cuenta de éxitos es amplia y comienza por haber promocionado una auténtica revolución social en la capital con 14.000 abonados. En lo deportivo logró el ascenso a Segunda B de forma agónica gracias al genio de Sergi Escobar, su flor y también las ganas de triunfar de éste. Fue un año inolvidable. Contra viento y marea salvó el match-ball del primer año en Segunda B, después de una concatenación de errores deportivos de José Miguel Garrido que no repetiré una vez más, aunque considero que el exmáximo accionista fue un mal gestor pero un tipo honesto que no se empeñó en secuestrar al club.

Y, esta temporada, el Castellón es líder en la clasificación, tanto como líder del proyecto es Montesinos, con sus detractores y también con la gente que está a su lado y agradece lo mucho que ha hecho por el club. Y el esfuerzo personal en la causa.

Le considero un hombre inteligente. A la vez también una persona soñadora que se ha marcado el objetivo de devolver al Castellón al fútbol profesional. Sí, pero creo que su mayor reto es lograr que la entidad tenga una estructura sólida y una infraestructura digna del Castellón de la era 5G. Esa dignidad pasa porque los niños que visten la camiseta albinegra tengan unas instalaciones adecuadas y no se vean obligados a mendigar para entrenar por esos campos de Dios.

Ahora bien, solo no podrá soportar esa carga. Es la enésima vez que lo escribo. Y él lo sabe. Por ello, y como aprecio enormemente al Montesinos persona y admiro al Montesinos presidente, me cuesta creer que no tenga un plan B, que no sea el del ascenso a Segunda A. Para cualquier empresa sería inviable presentar un presupuesto con un déficit que fuera próximo a la mitad de sus ingresos. Él ya sabe que la operación de capitalización no es que haya sido un fracaso; simplemente es la realidad. Las redes sociales se llenan de predicadores, pero en ese papel no se halla el de ser un pequeño accionista o inversor. Y tampoco observo como viable aguantar tal carga económica ni tampoco emprender proyectos como una ciudad deportiva.

Me cuentan que el edil Rafa Simó allana el camino para una normalización de relaciones con el Ayuntamiento. También será necesario su apoyo. Entre tanto, ¿cuál es el plan B? La salud económica del Castellón continúa delicada. Sí, el ascenso puede ser una buena medicina y un paso importante para la curación segura que es la Primera División. Este club lo merece, su afición también y mas que nadie ahora Montesinos. Pero para alcanzar el sueño, se necesita músculo económico. Por ello repito, ¿cuál es el plan B?