Llega con ganas de dar estabilidad al CD Castellón y una vez esto sea una realidad, acometer retos más ambiciosos. José Miguel Garrido lidera al grupo que se convertirá en el máximo accionista del club, con el 54% del paquete accionarial. Estas son sus impresiones tras la junta.

—¿Se puede decir que ya se ha producido su aterrizaje en el Castellón?

—Con los resultados de la junta, se ha aprobado la ampliación y acudiremos a ella, tal como explicó el presidente. Y una vez cerrada, el grupo de accionistas al que represento nos convertiremos en los máximos accionistas.

—¿Le han sorprendido las reticencias del pequeño accionista?

—Entiendo que las personas son parte de sus experiencias y aquí las últimas no han sido buenas, así que es lógico que la gente muestre sus discrepancias con gestiones anteriores, no con la actual, hacia mí, porque no me conoce nadie. Lo veo normal.

—Viene avalado por la experiencia en el Albacete, pero comprenderá que exista esa duda por todo lo que ha ocurrido.

—Cada cual es libre de pensar lo que crea conveniente, pero yo juzgo a las personas por sus hechos, por lo que hayan hecho en el pasado. Lo que yo he hecho es aportar 1,1 millones de euros y liquidar la histórica deuda con Hacienda que han creado otros, no este consejo ni mucho menos los aficionados. Si se me puede juzgar, será por eso.

—El plan A es el equipo en Segunda B, ¿le preocupa que se pueda comprometer el ascenso?

—El plan A es consolidar la sociedad y que la entidad tenga viabilidad futura, como no ha sucedido en el pasado. Si a un club le das estabilidad, puedes acometer otro tipo de retos. Con respecto a lo deportivo, yo soy optimista y veo a un equipo que se creó en verano, con muchos problemas, que a cuatro jornadas del final se clasificó para el play-off. Además quedan dos partidos que, si los gana, puede ser primero. Luego, todo se decide por pequeños detalles. Tenemos ocho semanas de fútbol muy intenso, ojalá nos acompañen los resultados y sean menos, para disfrutar.

—Se echaba de menos este mensaje, porque parece que si no se termina primero es un fracaso.

—Acabo de aterrizar, pero no me atrevería a tachar esta temporada de fracaso jamás en la vida. La gente que estáis aquí, debéis hacer memoria de lo que había no hace 10 años, sino 10 meses. Esta temporada ya es un éxito. Que un equipo se clasifique para el play-off a falta de cuatro jornadas y aún pueda luchar por quedar campeón, fracaso no puede ser. Aquí no ha ascendido el Orihuela, ni La Nucía, ni el Espanyol B, que se clasificó con 14 jornadas de antelación… Todos van a tener que jugar el play-off.

—Hace tres meses, el ascenso era necesario para la consolidación del proyecto, pero con su llegada ¿se puede mirar más allá?

—Venimos aquí a construir un proyecto de largo plazo. Malo es comenzar un proyecto con prisas o necesidades imperiosas. Nuestra obligación deportiva es subir a Segunda B, pero eso no va a poner en riesgo la viabilidad del club. Si el año que viene, espero que no, tuviésemos que afrontar otra temporada en Tercera, que a nadie le queda duda de que tendríamos un equipo más potente para volver a jugar play-off.

—Se van a incorporar cuatro personas de su grupo al consejo, ¿se sabe que puestos van a ocupar? ¿Por qué no se encuentra usted?

—El consejo decidirá las responsabilidades de los consejeros, cuando tomen posesión. Yo lidero a un grupo de inversión, no soy una persona que disponga del tiempo para estar aquí, vivo en el extranjero. El Castellón necesita gente que, aunque no remunerada, con dedicación. Aquí hay un muy buen equipo de trabajo, que lo gestiona bien y que cuidará de nuestro capital como lo ha hecho hasta ahora. Esto es lo que nos ha motivado para venir aquí.

—¿Se marca algún plazo de estancia o el fútbol no es una empresa normal?

—El fútbol es una empresa normal, hasta cierto punto. Tienes una parte deportiva y otra de gestión. El que piense que la parte deportiva es la más importante, no conoce como funciona el fútbol profesional. Lo fundamental es que esté saneado y tenga unas buenas finanzas. Si el año que viene, por lo que fuera, estamos en Tercera, haremos un equipo competitivo para ascender. Y si estamos en Segunda B, pues lo mismo. Luego el fútbol es el fútbol. No nos marcamos plazos, pero somos gente ambiciosa.

—¿Le sorprende la relación con las instituciones?

—Es un tema que lleva el presidente. Las instituciones supongo que querrán lo mejor para el Castellón y el Castellón querrá lo mejor para sus socios y aficionados, por lo que solucionarán los temas. No soy quien para entrar en esa situación, las parcelas de trabajo están decididas y no me compete a mí, que acabo de llegar; hay gente mucha más capacitada que yo para estos asuntos.

—¿Qué le diría a la afición?

—La afición ha sido el segundo motivo por el que hemos venido. Una afición volcada con su equipo… Cuando veo a la gente viajar con su equipo, pensando que estamos en Tercera, eso no es normal en el fútbol en ningún país. A la afición no se le puede pedir más que vengan a animar a su equipo, pero no que solucione los problemas del club.