Noventa minutos... si no hay prórroga o penaltis. Esa es la línea roja que separa al CD Castellón de la gloria —a medias porque solo sería superar la penúltima eliminatoria— o de la condena, puesto que quedar apeados esta tarde supondría permanecer una temporada más en el purgatorio, o más bien dicho, en el infierno de la Tercera División.

El conjunto de Sergi Escobar se mide al Sant Andreu en el Narcís Sala (19.00 horas), uno de esos estadios con aroma a fútbol histórico, del de antes, que no es excesivamente grande, pero sí coqueto y que está embutido en pleno barrio de Sant Andreu, una de las zonas con mayor solera y tradición de la Ciudad Condal.

Ambos conjuntos, firmes candidatos al ascenso pero por aquello de los sorteos se ven las caras en semifinales del play-off, tienen claro que superar la eliminatoria sería casi como ascender. El potencial de ambos y la igualdad mostrada en la ida en Castalia, saldada con 0-0, hacen presagiar que lo de hoy no será una fiesta... más bien una batalla. La antepenúltima para unos, la que les condene a muerte para otros.

CONCENTRADOS Y MENTALIZADOS / Ante una empresa tan complicada, la directiva del CD Castellón, como viene siendo normal en partidos de fase de ascenso y en los importantes de la recta final del campeonato regular, decidió concentrar al equipo en la tarde de ayer. Así, tras la sesión matinal en Castalia, la expedición orellut partió rumbo a Sant Just Desvern, localidad del extrarradio de Barcelona, situada a 5,5 kilómetros, donde se estableció su cuartel general albinegro.

Un contingente formado por 19 futbolistas, en una convocatoria a la que no entró el lesionado Kike Ferreres, así como los ya consabidos de larga duración William y Luismi Ruiz.

Con ello, Escobar tiene que despejar dos dudas: la del lateral izquierdo y si jugará con dos delanteros altos, uno alto y un segundo punta, o solo un ‘9’, con mediapunta y trivote.

Con Zagalá en portería, Abraham será el lateral derecho, mientras que Dealbert será uno de los centrales, probablemente acompañado por Arturo, con Enrique o Juanjo Gracia en el lateral zurdo para suplir a Ferreres.

En la medular, Marc Castells y Jordi Marenyà llevarán el peso del juego del equipo, con Javi Serra y Juanjo Gracia —si no es lateral— o Javi Rubio como interiores. Y arriba, la gran cuestión: Nuha Marong y Cristian Herrera, o el gambiano y David Cubillas.

Juegue quien juegue, a buen seguro que será un once de garantías para llevar al Castellón a la ronda final y seguir soñando con el ascenso a Segunda B.