Está teniendo una temporada de altos y bajos con el CD Castellón, en la que ha compaginado momentos de inspiración y continuidad en el equipo, con otros en los que ha pasado al ostracismo... y a la grada. Pero Iván Sales tiene mucho talento en sus botas, capacidad de desequilibrio y gol.

El futbolista castellonense ha militado las últimas temporadas en Segunda División B, en clubs como La Roda, Amorebieta, Toledo y Espanyol B, y se esperaba que tuviera más importancia en el equipo, aunque es verdad que siempre que juega... aporta.

Como sucedió el pasado domingo en Tanos en la ida de la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda División B. Sergi Escobar le dio entrada con 1-0 en contra en el minuto 84 y solo dos después, en el 86, marcó el tanto del empate y que pone en franquía el emparejamiento ante el Tropezón.

LO NECESITABA / Sin duda, el castellonense ansiaba una actuación así. «En la segunda parte, en el banquillo, estaba rezando para me sacaran. Tenía unas ganas locas de salir. Y la verdad es que aproveché los cinco minutos que me dieron y tuve la fortuna de lograr un gol decisivo que me hace muy feliz», explica Sales.

Una acción que está repleta de calidad y sangre fría, propia de un futbolista de superior categoría. «No era fácil marcar, pero decidí controlar el balón, regatear y ponerle tranquilidad a la jugada. Y me salió bien. Necesitaba un gol así», argumenta.

SALVARON LA PAPELETA / Sobre el duelo en Tanos, Sales tiene que claro que «teníamos un partido muy difícil en un campo complicado. Lo sabíamos». «Y fue duro porque merecimos mucho más y cuando mejor estábamos, el rival nos marcó. Se nos puso todo en contra, pero por suerte obtuvimos la recompensa con un gol que puede ser determinante para la eliminatoria», expone.

Pero considera que la lectura debe ser positiva. «Nos fuimos de Cantabria con un buen resultado y ahora tenemos que rematar la faena en Castalia logrando la clasificación», recalca, a la vez que no oculta que «al principio nos costó, pero en la segunda mitad el equipo fue encontrándose y al final pudo llegar un tanto importantísimo». «Pese al buen resultado, no hay que menospreciar al rival, ya que en la primera mitad nos pusieron las cosas muy complicadas», reconoce.

«En global creo que merecimos más, y como mínimo el empate. Marcar fuera de casa es muy importante y debemos aprovecharlo», confiesa abiertamente.

Una de las claves fue que el equipo sacó el carácter: «El Castellón demostró tener gran personalidad, porque a falta de un cuarto de hora ellos se pusieron por delante y con el público apretando supimos sacar lo mejor de nosotros mismos y dar la cara y sacar un buen resultado».