De la semana de la Magdalena a la del liderato no compartido. Y, de paso, dos récords más, firmados no por el CD Castellón, sino por la afición. La misma que se desplazó, en un número aproximado de 3.000, al Ciutat de València, donde el 1-1 permite al Castellón continuar dependiendo de sí mismo, con más opciones que nunca, de terminar como campeón de grupo.

El CD Castellón no es líder en solitario desde que terminó la temporada 2014/2015, aquella que primero el Linares y después el Haro convirtieron en irrelevante el primer puesto. Una trayectoria que está a una victoria de romper, al cabo de 34 meses (el empate también le alcanzará contra el Torre Levante, si el Orihuela no gana en Buñol). En todo caso, todo el mundo piensa en la victoria contra el Torre Levante, convertido en el equipo revelación con su quinta posición en la tabla.

Eso sucedería el domingo. El mismo día que Castalia puede albergar la mejor entrada de la temporada, superando los 11.500 del derbi de la primera vuelta contra el Villarreal C. Porque vuelve el fútbol el domingo a las cinco de la tarde (por desgracia, casi una excepción en una temporada nada normal para la afición), así que con el fervor albinegro disparado como nadie recuerda, lo más probable es que se superen los 12.000. Sería la mayor afluencia de público a un partido de Tercera División de la temporada, por encima del derbi disputado en noviembre entre el Salmantino y el Unionistas, los dos clubs de Salamanca que aspiran a convertirse en el heredero de la desaparecida Unión.

LA CIFRA CON MAYÚSCULAS

Lo que nadie duda es que el Castellón establecerá la plusmarca de abonados en Tercera. El club ha prorrogado al viernes la campaña del 2x1 en abonos (que ya había extendido de la Magdalena al pasado lunes), con lo que se aproxima a los 12.600, a apenas un centenar del Oviedo (temporada 04/05).

Todo ello aún con el recuerdo imborrable de los algo más de 3.000 orelluts en el Ciutat de València, un desplazamiento como el que Sergi Escobar vivió en la grada en el partido de La Condomina contra el Ciudad de Murcia en el 2003 (con Héctor Mohedo sobre el césped) que le privó del ascenso. Poco después, en la primera temporada en Segunda A, 2.600 albinegros estuvieron en el Carlos Belmonte (Albacete) o 2.200 en el Martínez Valero (Elche).