El mercado de invierno, como última oportunidad para hacer un equipo que cumpla con los objetivos marcados, suele ser, casi, una moneda al aire. Los clubs, que en verano puede tomárselo con más calma, llega a estas fechas ya con las alarmas encendidas, más aún en un CD Castellón al que su idea original le tiene en una dinámica altamente preocupante y ya en zona de descenso. Tiene mucho trabajo pendiente, pero con unas limitaciones muy grandes... y el yugo del covid-19.

Las primeras, las que ya sufrió meses atrás, las derivadas de un exiguo límite salarial que debería aumentar con una inyección económica. El problema es que la lucha por la permanencia no suele entusiasmar a los jugadores, por lo que las cesiones, de Segunda A si no pueden ser de Primera, es una de las opciones más plausibles, junto a futbolistas que despunten en Segunda B, pero en aquellos clubs que no tengan la oportunidad de pelear por subir.

ASÍ LO VE ÓSCAR CANO

Óscar Cano, antes de la visita a Anduva, habló más de lo que cabía esperar, a un mes vista para que el bazar reabra sus puertas. «Aún es temprano, aunque los jugadores ya han tenido tiempo de expresarse», dijo. «Hay posiciones que están débiles, eso es obvio, es algo que ya sabíamos de antemano», no ocultó. «Hay que trabajar bien para el mercado de invierno», sintetizó el granadino.

Si hiciera una encuesta para facilitarle su trabajo, en esa doble función de entrenador/responsable de la dirección deportiva, la prioridad máxima, lo que la gente pediría, es un delantero, a pesar de los cinco ya en nómina.

La competición y, por desgracia, la lesión muscular de Carles Salvador (ahora, de baja por un esguince de tobillo), ha demostrado, como el granadino ya ha apuntado recientemente, la falta de un recambio para el canterano. Un centrocampista más posicional que equilibre el fútbol y las veleidades ofensivas de otros compañeros de demarcación. Tampoco desdeña Cano a un lateral derecho, seguramente porque aspira a que Joseba Muguruza vuelva a sus orígenes como extremo y sea lo que Marc Mateu representa por el otro costado. Eso como fundamental.

HACER NÚMEROS

Claro que en un vestuario con 29 jugadores, lo primero es hacer sitio. Por número pero también para liberar esa masa salarial. Y he ahí donde radica la mayor dificultad a la hora de colocar jugadores a préstamo o para rescindir, después de lo que pasó con Íñigo Muñoz, descartado por Cano pero con quien fue imposible llegar a un acuerdo económico para que saliera de Castalia.

Se trata de emular lo que pasó hace 15 años, cuando José Carlos Tabares, Aurelio Santos y Kenji Fukuda, junto a la llegada de Pepe Moré al banquillo, transformaron a un Castellón que pasó de ser carne de descenso a la permanencia.