Ni el más optimista de los aficionados albinegros hubiese pensado, hace poco más de tres años, después de perder aquella eliminatoria en Tafalla, que el CD Castellón, en Tercera y al borde de su desaparición, iba a regresar al fútbol profesional tan pronto. Antes, incluso, que llegar al centenario (2022), objetivo que se marcó Vicente Montesinos, ese loco que creyó en un proyecto al que fue sumando colaboradores, empresarios, accionistas y aficionados, que ha devuelto al Castellón a Segunda A en un tiempo récord.

Cuando tomó las riendas del Castellón, en el verano del 2017, sinceramente, ¿esperaba estar tan pronto en Segunda A?

Nos marcamos unos objetivos dentro del plan estratégico para llegar al fútbol profesional en seis años, pero lo hemos conseguido en tres. Hemos alcanzado las metas aceleradamente. Primer objetivo cumplido. Es un éxito rotundo, pero no es flor de un día.

Si tuviese que explicar, delante de una pizarra, la fórmula del prematuro éxito, ¿cuál sería?

La magia no existe. Lo primero de todo, es tener los objetivos claros. Hacen falta mucha creencia, trabajo, esfuerzo..., pero no solamente de la gente de dentro del club, sino de todo el mundo. Se trata de sentar las bases, de crear un sentimiento de unidad y familia, para que todo el mundo, los de aquí pero también los jugadores y técnicos que vienen de fuera, se sientan partícipes. El equipo siempre es mejor que el individuo.

Después de mucho tiempo temiendo por el Castellón, el paciente ya no solo abandona el hospital, sino que parece curado del todo. El fútbol profesional te pone en el escaparate y te posibilita una viabilidad económica...

Lograr los objetivos te permiten ese bonus económico. Subir a Segunda A es otra esfera económica, pero tiene una doble vertiente, una exigencia superior para los que integramos el Castellón. Los ingresos son mayores, pero también te obliga a acometer unos esfuerzos. Lo que está claro, es que estamos ante el inicio de una nueva etapa, que es lo que buscábamos cuando llegamos. Ahora nos toca consolidar el proyecto, para lo cual nos marcaremos unas nuevas líneas estratégicas.

Puede que aún sea pronto para pensar en la próxima temporada pero, de entrada, ¿firma los 50 puntos que dan la permanencia?

La experiencia me dice que es más difícil subir que bajar. Hemos tenido tres años futbolísticamente hablando fantásticos, con el paréntesis de lo que sucedió el año pasado, cuando sufrimos tanto para no volver a bajar. Ahora debemos poner los cimientos del nuevo Castellón. Vamos a trabajar en ese nuevo plan estratégico pensando en el futuro que queremos para la entidad. Yo siempre he dicho que el Castellón no tiene techo, pero también he avisado de que no es nada fácil alcanzarlo. ¿La próxima temporada? Está claro que no quiero dar un paso atrás, volver de donde venimos.

¿Cómo se siente Vicente Montesinos en este momento?

Pues disfrutando de ese logro, pero espero que sea solamente el primero. Hemos alcanzado las metas en un tiempo récord, así que yo solo puedo dar las gracias a la gente que ha creído siempre en mí. Se abre un nuevo horizonte para el Castellón, que tenemos que aprovechar. El modelo que me gusta de club para el Castellón no es el de Vicente Montesinos para siempre: vuelvo a recordar que el Castellón será lo que sus aficionados quieran que sean.

¿Qué mensaje envía a los ‘orelluts’ en estos momentos de sensaciones un tanto encontradas, felices por el regreso a Segunda A aunque, a la vez, sin poder celebrarlo como hubiesen querido por culpa del coronavirus?

Pedimos cautela por la situación sanitaria, que la gente lo celebrase en casa y en pequeños grupos, aunque esto es el fruto del esfuerzo de la gente que forma el club, accionistas, aficionados.