Óscar Cano acude serio a la sala de prensa. No parece el entrenador de un equipo líder. Tal vez su lenguaje, tanto textual como corporal, trate de ser el escudo hacia las loas que recibe el CD Castellón. Una forma de exorcizar la euforia que quiere mantener lejos de la caseta de Castalia. Y parece que lo ha conseguido.

«Dentro del vestuario no hay euforia, porque la vida es muy sabia: los que continúan del año pasado, lo pasaron tan mal, que no le dan cobijo a la euforia», expuso. «Y de los que han venido, algunos vienen rebotados de otros clubs, otros han descendido, otros dudaban si iban a tener mercado..., así que no creo que nadie, por sus experiencias previas, sea capaz de dejar entrar a la euforia», contextualizó.

PRESIÓN DEL ENTORNO

Otra cosa es el entorno. «Hay alguna voz que ya considera que tenemos que ser campeones, que debemos jugar los play-off..., pero no somos imparables, para nada», incide. «Hay que tener el zurrón lleno; puntos suficientes para cuando vengan las crisis, no caigamos demasiado y poder sostenernos entre los siete u ocho primeros», recalcó. «No debemos pasar la línea entre el optimismo y la euforia», zanjó el granadino.

Claro, el Castellón es líder por la decisión del Comité de Competición, que Cano analizó: «Hay un reglamento, que está para cumplirlo». «Me quedo perplejo cuando dicen que no es justo: si eso es así, el domingo alineo a Satrústegui, que tiene cinco amonestaciones, y todos tan contentos, porque encima no he tenido mala fe», alzó la voz. «Hemos hecho lo que haría cualquier club; como ha hecho el Villarreal, el Barça, el Madrid...», recordó. «Son tres puntos más que sumamos, que nos hacen felices, para seguir haciendo camino», pasó página.

Al cabo de unos minutos, envió otro mensaje para navegantes. «Nosotros, los orelluts, tenemos las suficientes razones como para no fijarnos en nadie ni desgastarnos en guerras absurdas», arrancó un nuevo discurso. «Tenemos algo que envidia todo el mundo: estar en Primera es cuestión de tiempo y dinero, pero lo que no tiene precio, y sí mucho valor, es lo que hay aquí dentro [se llevó la mano al corazón]; de eso vamos sobrados, por eso es tan bonito ser del Castellón», desarrolló. «Por eso no hay canto de sirena para un entrenador como el sentimiento y el saberse querido en una plaza así, es la hostia», se dejó llevar. «No hay dinero que pueda comprar eso», recalcó.

Y mira más allá: «La gente de aquí es envidiable, no tiene que envidiar nada a nadie. Haciendo bien las cosas, no sé si en cinco o 10 años, todo eso que le está pasando a otros clubs, estar en la máxima categoría, aquí también va a pasar. Pero con paciencia, sabiendo de donde venimos: de siete años en Tercera, de sufrir para salvarnos el octavo...».

COPA DEL REY

Óscar Cano mostró su predilección respecto al sorteo de la Copa del Rey de este domingo a las 12.30 horas (puede ser un primera, excepto Barcelona, Real Madrid, Valencia ni Atlético; o cualquier segunda A): «Me gustaría que me tocase el Betis».

«Es un club al que pertenecí y donde me salieron bien las cosas: ascendimos con el filial, encima contra el Orihuela; muchos chicos debutaron con el primer equipo, en un año de Europa League...», explicó. «Es un club simpático, muy especial: como el Castellón pero a lo grande, con un sentido de pertenencia que a mí me alcanzó», incidió. «Es un equipo al que suelo ver cada semana», reconoció. «Arrastraría gente», apostilló.

Además, también se refirió a la semifinal de la Copa RFEF del miércoles, ante el Murcia en Castalia: «La semana de tres partidos no nos preocupa, sino que nos beneficia: hay gente que no dispone de muchos minutos, le damos otro partido a nuestra afición, con lo ilusionada que está...».