Navidades felices en el CD Castellón, aunque las vacaciones no son completas. La comisión deportiva trabaja ahora para retocar el equipo en el mercado de invierno que ya está a la vuelta de la esquina, en las antípodas de las urgencias de hace un año. Óscar Cano pretende contar con más alternativas en la línea de creación y el ataque, para afrontar con mayores garantías la segunda vuelta, que pasa por mantener el puesto de play-off. Eso, como mínimo, después de 34 puntos a una jornada del ecuador de la competición.

El intento a la desesperada de la pasada campaña ha mutado en tranquilidad, sabiendo lo que se pretende. El entrenador, como miembro de esa dirección deportiva, ha trasladado que más que trazar un plan B, quiere potenciar su plan A, ese fútbol vistoso y efectivo que le ha llevado a tener opciones de, en el regreso a la competición, proclamarse campeones de invierno. Una especie de cubrirse las espaldas, después de que a este Castellón no se le adviertan grandes carencias.

Si acaso, el ataque. Cierto es que sus 28 goles le convierten en el segundo máximo realizador del grupo, pero más allá de César Díaz, ni David Cubillas ni Raúl Alcaina han explotado en esta faceta. Los prolongados problemas físicos de Jairo Cárcaba le han relegado a un papel testimonial. Por ahí pasa la principal reclamación de Cano, porque el día en que el albaceteño estornude...

Otro área con cierta prioridad es la línea de creación. El Castellón busca un jugón, un futbolista de esos de jugar por dentro, principalmente del perfil de Josep Calavera y Carles Salvador, que acusan una sobrecarga de minutos, a pesar de que los albinegros ya no tienen que compaginar la liga con otra competición copera. El granadino es consciente de que si el equipo tiene dependencia arriba de César Díaz, unos metros más atrás puede tener problemas en caso de alguna baja de cierta duración, como sucedió hace un tiempo con Jorge Fernández y, ahora, con Rubén Díez.

Aunque Paco Regalón se perderá al menos el primer trimestre del 2020 y que Héctor Verdés lleve dos meses sin vestirse de corto, Cano considera que Marc Castells y, sobre todo, Rafa Gálvez, cubren con creces la escasez de efectivos. Y si sobra algo en la plantilla, es la de desequilibrio por fuera, en la que la filosofía del Castellón pone caros los minutos a Javi Serra, Íñigo Muñoz... La falta de laterales específicos, como en verano, tampoco inquieta al técnico albinegro, que pide poco, y muy concreto, al año nuevo.

¿Y LAS SALIDAS?

Como el Castellón tiene cubiertas todas las fichas para mayores de 23 años, toda incorporación de un futbolista con este tipo de licencia, deberá ir acompañada de la salida de un alter ego. En este sentido, Jairo Cárcaba aparece en la pole. Nadie olvida sus goles como revulsivo de la pasada campaña, pero lleva nueve meses sin estar en su plenitud física, lo que le ha relegado al papel de cuarto delantero. Con todo, el club le considera un activo, de ahí que trate de buscarle acomodo en forma de cesión.

Lo mismo pasa, aunque por otro motivo, con Pablo Roig, que solo ha participado, y muy poco además, en la Copa RFEF y la Copa del Rey.