Las paradas de Álvaro Campos, el espíritu de Marc Castells, las asistencias de Joseba Muguruza... son ingredientes de la fórmula de la salvación del CD Castellón. Sin embargo, con permiso de César Díaz, no hay que olvidar los goles de Jairo Cárcaba, que aunque no muchos, sí que acudieron puntualmente a mantener a flote al Castellón.

La pubalgia que arrastró prácticamente a lo largo del último trimestre mermaron considerablemente su rendimiento y le dificultaron la suma de minutos. Si a principios de enero inauguró el trasvase La Fuensanta-Castalia (su amigo Jorge Fernández, esta misma semana, ha realizado el mismo trayecto), con 10 goles en 18 encuentros con los manchegos (1.538 minutos), con los albinegros ha disputado la engañosa cifra de 16, pero reduciendo su presencia sobre el césped a prácticamente un tercio (548’).

Sin embargo, el delantero asturiano ha sido mucho más selectivo con su acierto cara al gol. Porque después de anotar el 1-0 sobre el Teruel (1-1 al final), se ha convertido en el socorrista oficial del Castellón, con aquel tanto que obraba el milagro de la remontada sobre el Badalona en el descuento, el que empató en El Collao cuando el minuto 90 ya se asomaba también y otro tanto frente al Barcelona B, que encaminó a los albinegros hacia la permanencia, rubricada con el 2-1, en el alargue, de César Díaz.

Con todo, Jairo ha jugado poco. Mucho menos de lo que todo el mundo esperaba, él el primero. La pubalgia, poco a poco, fue condicionándole, hasta que en la semana previa al Mestalla le colocó en una difícil tesitura y, en consecuencia, también a Óscar Cano. Desde entonces, en las últimas 11 jornadas, el granadino le ha dosificado todo lo que ha podido y más, con un tratamiento conservador. La otra solución, más drástica, era operarse.

La mejora de Cárcaba le permitió esas apariciones decisivas en el epílogo de la competición, pero la sombra del quirófano no terminaba de disiparse.

Así comenzó el verano, con un plan que pasa por reposo durante estas primeras semanas, antes de cambiar el paso, siguiendo la hoja de ruta trazada. «La operación está descartada porque la evolución es buena», explicaba a este diario. «Hay bastantes opciones de llegar al comienzo de la pretemporada al 100% [falta un mes aproximado], si todo va como tiene que ir, pero el haber jugado lesionado pasa factura, y eso hace que ahora te recuperes peor», desvela el delantero que, como albinegro, ha promediado un gol cada 137 minutos.