A diferencia de las dos primeras jornadas de LaLiga Smartbank, Rubén Díez fue suplente ante la UD Logroñés. Óscar Cano optó por darle la titularidad a Álvaro Fidalgo y el extremo maño acató la decisión sin alzar la voz. Pero, conforme fue avanzando el partido y el marcador permanecía inalterado, el entrenador del CD Castellón miró a su banquillo en busca de un revulsivo y ahí estaba él.

Rubén Díez saltó al césped de Las Gaunas en el minuto 55 y cambió el color del partido. No solo porque marcó el gol que momentáneamente ponía por delante al conjunto albinegro sino también porque aportó frescura y verticalidad al juego del cuadro castellonense. Curiosamente, el extremo marcó su primer gol en el fútbol profesional en su partido número 50 con la elástica del Castellón.

SABOR AMARGO DEL EMPATE

«El míster decidió que saliera en la segunda parte y me dio una serie de instrucciones para hacer daño al Logroñés. Al final, no solo marcamos sino que creamos más ocasiones que en el primer tiempo aunque el estado del césped poco favorecía nuestro juego. Estoy muy contento por este gol, pero me quedó un poco de sabor amargo porque nos empataran en el minuto 93 en una jugada aislada», explica el futbolista.

OPCIONES PARA TODOS

Con ese tanto y con su actuación, Rubén Díez se reivindicó ante Cano y dejó claro que ha de volver a la titularidad de cara al partido de este domingo en Castalia contra el Leganés: «Todos entrenamos para estar en el once inicial el día bonito, el del partido, pero el otro día el entrenador decidió que debía jugar otro y hay que acatarlo, pero no me sentó mal. Somos una plantilla amplia, hay por delante un calendario duro y largo, y todos vamos a ser importantes».

De hecho, para Jamelli, como se le conoce futbolísticamente, la competencia es buena porque cuanta más haya, «más mejora individual» y eso «repercute en el grupo». «Al final se trata de estar lo mejor posible para que, cuando el míster lo decida, el que salga lo haga lo mejor posible», añade.

LA «SEGUNDA FAMILIA»

Ese concepto de ver el equipo como un todo y no separado por individualidades es una de las claves de este Castellón. Y así lo entiende Rubén Díez, quien cree que gran parte del éxito cosechado por el conjunto de la capital de la Plana en las dos últimas temporadas ha sido «no tener un vestuario como tal sino considerarnos una segunda familia».

BUENAS SENSACIONES

«El equipo lo está haciendo muy bien y tenemos muy buenas sensaciones, tanto por el ambiente que hay como por lo futbolístico. Entrenamos a muy buen ritmo y todo el grupo vamos en la misma dirección. Estamos dando la cara y creo que deberíamos llevar incluso algún punto más porque considero que fuimos superiores en las dos primeras jornadas --victoria ante la Ponferradina y derrota ante el Málaga--, y contra el Logroñés nos empataron en el descuento», apostilla el maño.

El domingo es el Leganés el que visita Castalia, un rival que llega con el cartel de «favorito» por «la categoría de la que viene, presupuesto y plantilla», pero Rubén Díez no tiene miedo. «Si hacemos un partido inteligente, tendremos nuestras opciones», concluye el extremo del Castellón.