Almassora fue el primer consistorio en abrir las presentaciones de proyectos en el expositor de la Diputación en Cevisama. Lo hizo con un vídeo sobre la reforma de la plaza de la Molineta. La alcaldesa, Merche Galí, y el concejal de Promoción Ocupacional, Javier Martí, defendieron el uso de azulejos fabricados en la propia localidad en la transformación de este entorno urbano.

En la proyección, de casi cinco minutos de duración, quedaron desgranadas las claves de la recuperación de este enclave ubicado junto al casco antiguo. La zona se ha convertido en un espacio de esparcimiento tras ganar el concurso del plan cerámico de regeneración urbana de la administración provincial, con el diseño Una ventana a la huerta, de la arquitecta Cecilia Lázaro.

Esta novedad pretende fomentar el uso del material local en espacios al aire libre. «Las 10 firmas de nuestro municipio que muestran sus productos en la feria son solo un ejemplo de la potencia innovadora y las múltiples soluciones, como ahora el uso en entornos urbanos», dijo Galí.

En esta ocasión, Pamesa proporcionó el pavimento cerámico de gran espesor, de 20 milímetros y piezas de hasta 60x60 centímetros para asegurar de esta manera la durabilidad del entorno a largo plazo. Uno de los aspectos más singulares de la elección es la apuesta por las piezas de gran formato, de uso más habitual en interiores.

Además de las compañías fabricantes, Almassora también está representada por el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC). Por este motivo, el Ayuntamiento ha optado por dar visibilidad a sus posibilidades en lugares públicos, como la Molineta. La medida se materializó el pasado verano en la confluencia de la avenida Borriana y la calle Del Riu con el acceso desde la CV-18.