El sector azulejero de Castellón no se queda de brazos cruzados y ha comenzado a buscar alternativas para sortear el bloqueo que podría suponer la materialización de la amenaza de huelga que han convocado los profesionales de la estiba portuaria: los nueve días alternos de paros a partir del 6 de marzo. La preocupación llega en el contexto de una feria Cevisama que va «claramente a más», y que está dejando muy buenas vibraciones entre la delegación de empresas expositoras de Castellón, que vaticinan un mejor resultado que en citas previas.

«No vamos a quedarnos de brazos cruzados. Evidentemente, hemos comenzado a buscar puertos alternativos, porque no podemos dejar de atender a nuestros clientes», indicaba el presidente de una destacada firma, que prefería quedar en el anonimato para evitar un posible boicot a sus cargas durante el futuro tránsito por los puertos.

Y las alternativas, a priori, parecen pocas: «Estamos informándonos para expedir nuestros productos vía el puerto de Lisboa (Portugal) o vía Montpellier (Francia), los dos recintos más próximos a Castellón fuera de las fronteras españolas, ya que la red nacional estaría en las mismas condiciones que PortCastelló. «No hay derecho», denunciaba otro empresario presente en Cevisama. «Los estibadores funcionan como un monopolio, al igual que ocurre con los controladores aéreos, y al final, todos a pasar por el aro si no se salen con la suya», criticaba.

La cara negativa de esa solución, a priori factible, es que supondrá «un incremento de los costes logísticos, porque no es lo mismo salir desde Castellón o Valencia que hacerlo a 1.000 kilómetros más, en el caso de Lisboa, o 700, en el de Montpellier. Ese encarecimiento es el que estamos estudiando ahora, para ver si compensa», rematan.

ROIG, EN ANTENA 3

Quien ayer volvió a dar la cara por el sector, y en el ámbito nacional, fue el presidente del Grupo Industrial Pamesa, Fernando Roig, quien intervino en el programa de Antena 3 de Susanna Griso, para denunciar que la ejecución de la huelga obligaría a «hacer paros intermitentes de los hornos, bloqueando el sector, puesto que las empresas no tienen, en general, espacio en sus almacenes para estocar material más allá del trabajo de 15 días», tal y como ya recogió días atrás el Periódico Mediterráneo en sus páginas.

Y todo a la espera de que el consejo de ministros apruebe en su reunión de hoy el real decreto por el que se modifican las condiciones laborales de los estibadores, que el miércoles se levantaban de la mesa de negociación con la patronal sin avances y sin visos de volver a sentarse a negociar hasta el próximo martes.

Hay que recordar que el 70% de las exportaciones que realiza el sector se realizan por vía marítima, fundamentalmente a través de los puertos de Valencia y Castellón, que se reparten aproximadamente el 50% de las cargas. Este rotativo ya se hizo eco ayer de la situación de alerta que están viviendo los empresarios de la cerámica castellonenses, quienes cuantificaban en pérdidas millonarias la activación de una huelga portuaria, «además de que las cargas que no se realizan, no se recuperan luego». Según el presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, solo en el recinto castellonense, que aglutina a un grupo de 150 estibadores, entran y salen cada día «unos 3.000 camiones».

MEJOR FERIA

Mientras toda la preocupación del sector se centra ahora en la más que probable huelga de estibadores, el clúster cerámico concluye hoy su participación en Cevisama con un buen sabor de boca. Tras cuatro días de trabajo, y a falta de la última jornada, los directivos están más que «satisfechos» con el nivel de visitas de profesionales. «Tanto nacionales como internacionales», indicaba Jorge Bauset, director general de Pamesa, quien calificaba Cevisama 2017 de «muy buena». Idéntica reacción es la que transmitía ayer el gerente de Bestile, Vicente Cataluña, o el de Fanal Cerámicas, Carlos Fabregat.

Especial ha sido la respuesta del público de Europa, incluido el Reino Unido, que por ahora parece ajena al brexit, pero también de los mercados árabes, Estados Unidos y Canadá. «Tal vez han llegado menos asiáticos, a pesar del cambio de fechas».