El azulejo español se beneficiará de la ampliación de la feria italiana

«El Ayuntamiento ha aprobado el proyecto que responde a las demandas de la industria cerámica y anuncio que se llamará Cersaie uno de los dos nuevos pabellones que se construirán”, avanzó Boni en el transcurso del corte de la cinta inaugural de la feria, el pasado lunes en Bolonia.

Pocos más detalles se conocen acerca de una iniciativa que sería muy bien recibida por las empresas españolas, ya que las peticiones de espacio son tantas que hay lista de espera y es muy difícil mejorar ubicaciones dentro de la cita ferial, a pesar de que hoy en día la delegación española está a años luz del olvido que sufrían hace poco más de una década, tanto por localizaciones como por disponibilidad de metros.

De hecho, la propia feria anunciaba con cuatro meses de antelación que toda la superficie expositiva de la feria de Bolonia iba a estar nuevamente al completo: 156.000 metros cuadrados que acogen 852 expositores, de los que 335 son empresas extranjeras de 43 países. De estas últimas, 164 han llegado procedentes de España, 94 asociadas a Ascer.

En total, son 375.000 metros cuadrados de superficie ocupada, que a lo largo del año albergan una treintena de ferias, casi un millón de visitantes y 20.000 expositores. Hoy existen 13 bloques que albergan 16 pabellones, ya que los tres más recientes se ejecutaron en dos alturas. Con la ocupación de la calle exterior se elevan a 18 en total.

renovación / No va a ser la única novedad. BolognaFiere afirma que tendrá suficiente con un año para ejecutar un plan de renovación del recinto ferial que tendrá un coste de 60 millones de euros. A su conclusión, la superficie expositiva habrá pasado de los 105.000 metros cuadrados actuales -Cersaie ocupa más porque grandes empresas auxiliares se instalan en el exterior del recinto, entre los pabellones-- hasta los 140.000 metros cuadrados. Según informa el periódico local Il Sole 24 ore, el alcalde de Bolonia, Virginio Merola, asegura que, con esta iniciativa, se «garantiza la permanencia en Bolonia de las ferias Cersaie y Eima», los dos salones internacionales que amenazaban con emigrar a otras ciudades por falta de espacio. «El objetivo es iniciar los trabajos el próximo mes de septiembre», es decir, dentro de un año, sin que tampoco se haya especificado el plazo temporal que se requiere para poder llevarlo a cabo.

SOCIEDAD PÚBLICA / Y va a haber más cambios, aunque estos en el plano de la propiedad del recinto ferial de Bolonia. Y es que el capital público volverá a ser la parte mayoritaria de la feria antes de que finalice el año. A día de hoy, el gobierno local, con el 24% de la cuota; regional , con el 7,8%; y la Cámara de Comercio, con otro 13,5%, representan solo el 46% del capital social. Con este cambio, se aceleraría la integración de BolognaFiere con la institución ferial de las ciudades de Parma y Rímini, esta última donde precisamente tiene lugar Tecnargilla, lo que también podría suponer mayores sinergias entre ambas citas y, por tanto, cambios para los expositores.

Hay que destacar que la institución ferial de Bolonia cerró el año 2015 en números rojos. Según los datos divulgados por el Consejo de Administración de BolognaFiere Spa, la entidad generó una facturación por sus ferias de 119 millones de euros y un EBITDA de 14,2 millones de euros, con un resultado neto del grupo negativo de 6,5 millones de euros. Si el balance se ciñe solo a la cabecera del grupo, es decir, al recinto ferial boloñés, la cosa empeora, ya que las ferias aportan 70,7 millones de euros, pero el resultado negativo es de hasta 8,9 millones de euros, cuatro de ellos por la sociedad Bologna & Fiera Parking.

Aun así, hay que recordar que el Gruppo BolognaFiere, en su deseo de copar y proyectar la feria a nivel internacional, también participa en la sociedad que gestiona el recinto de Canton, lo que asegura el impacto de las citas de Italia en el gigante asiático y la trasbordo de público a Italia. H