El azulejo castellonense, que representa más del 80% del sector en España, atraviesa un inmejorable momento en cuanto a la producción, ya que a lo largo del pasado año el volumen de las baldosas que salieron de fábrica representó un incremento que superó los 525 millones de m2, con un alza superior al 5,5% con respecto a 2016, según el balance anual aportado por la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer).

Con esta premisa, el sector espera que a lo largo del presente año estos porcentajes se mantengan en esta buena tendencia e incluso se superen en al menos un punto, por las buenas expectativas que existen tanto en el mercado exterior como en el nacional, según algunas de las empresas consultadas a escasos días de que comience en Feria Valencia Cevisama, que se celebra entre los días 5 y 9 de febrero.

La implantación de nuevos hornos y plantas, así como el incremento de la inversión en bienes de equipo permitirá, de esta manera, mantener los buenos números que se han venido dando en, al menos, el último quinquenio. Pese a que 2017 cerró con unos registros destacables, desde Ascer se recuerda que la producción total azulejera aún está muy lejos de los números que se alcanzaban hace una década, que rondaba los 600 millones de metros cuadrados, de ahí que la industria cerámica esté aún lejos de alcanzar el techo logrado antes del estallidos de la crisis económica.

Los últimos datos estadísticos oficiales conocidos en los últimos días corroboran este buen ritmo al señalarse que a lo largo del pasado mes de noviembre se incrementó dos décimas la producción industrial con respecto al mes anterior.

Otra de las circunstancias quetiene en cuenta el sector a la hora de establecer sus buenas perspectivas para este año se da en el buen comportamiento que se está dando en los mercados considerados tradicionales como es el que se refiere a los países comunitarios. Por otro lado, destaca el benévolo clima que se ha dado en el mercado norteamericano, como es Estados Unidos, o los buenos augurios que llegan a raíz del acuerdo de libre comercio alcanzado entre Europa y Canadá, lo que abre posibilidades para que los productos castellonenses puedan abrir nuevas rutas en este continente.

Tampoco es despreciable las expectativas que se dan en la Europa del Este e inclsuo Rusia que tras unos años de estancamiento ha vuelto a marcar en positivo, lo que hace pensar en una mayor demanda y, con ello, mayor capacidad de producción para las plantas castellonenses.

A este escenario se suma la recuperación del mercado nacional que, según los testimonios recogidos, se espera que en Cevisama se pueda conocer de primera mano su salud cara a las estrategias comerciales para este ejercicio, un año en el que se espera repetir, al menos, los números del 2017, tanto en ventas como en lo que concierne a producción industrial.