El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) presentó ayer en Cevisama el informe de tendencias para 2018 y 2019 en el sector azulejero, que pasan por diseños y formatos más arriesgados, procedentes de corrientes que ya triunfan en Europa.

La presentación tuvo lugar en un salón de actos prácticamente lleno con más de 200 profesionales del sector y corrió a cargo de la responsable de la unidad de producto de ITC y especialista en diseño de producto y tendencias, Lutzía Ortiz, y de la colaboradora del observatorio de tendencias del instituto, Pepa Casado.

Ambas desgranaron las seis corrientes que destacarán en los próximos meses, que tienen en común una recuperación de la decoración como elemento central, tanto en pequeños como en grandes formatos, y un nuevo gusto por el lujo y lo sofisticado.

Un ejemplo de ello es la vuelta de elementos característicos del Art Déco, con interiores «recargados y llenos de lujo» que juegan con la «fragmentación de bloques» y en el que tienen un papel cada vez más destacado los motivos geométricos.

Otra tendencia que debe tener en cuenta quien acometa una reforma es el regreso de materiales y texturas que tengan «una historia que contar» y que den pie a la imaginación en este sentido. La moda Dark & Watercolor, iniciada en el sector textil, destaca por aspectos que tienden a una controlada decadencia y que se alejan del brillo perfecto y juegan con una cierta borrosidad.

Los bloques de piedra natural, la introducción de fragmentos matéricos en piezas, los materiales sostenibles o la segunda juventud de la rehabilitación son otras corrientes destacadas.