Cersaie, el mayor escaparate mundial del sector cerámico y del mueble de baño, cerró ayer sus puertas tras cinco días de intensa actividad ferial y cumpliendo fielmente con las previsiones que barajaba en cuanto al incremento entre un 5 y un 7% en el volumen de visitantes con respecto a los registros alcanzados en la pasada edición. En los cinco días que ha durado, por la feria de Bolonia han pasado más de 110.000 asistentes con una «palpable» mayor presencia española que la que se daba en los últimos años, según fuentes del sector.

El centenar de empresas castellonenses, de las casi 870 firmas internacionales que se han dado cita en este salón, volvieron ayer a poner de manifiesto su potencial y las buenas expectativas que rodea al sector, con una carta de presentación que habla de un incremento sostenido por encima del 5% en el ámbito exterior y, en el interior, con avances a doble dígito, «lo que no se daba desde los años previos a la crisis», tal como remarcaron a este diario las mismas fuentes, que fijan en casi un 15% esta tendencia al alza.

Por ámbitos, Cersaie ha vuelto a poner de manifiesto la «buena salud» de los revestimientos cerámicos, como es la apuesta por los formatos XL, donde no faltaron soluciones innovadoras en cuanto al diseño y una apuesta por la diferenciación que también llega de manera especial a las piezas de menores dimensiones.

Las primeras sensaciones de la amplia representación castellonense en el salón de Bolonia es de optimismo cara a concretar los contratos y compromisos adquiridos durante la celebración de la feria. En este sentido, las previsiones son bastante mejores que las del pasado año, según un primer balance aún provisional.

En cuanto al desarrollo de Cersaie, destacaron especialmente la primera y la penúltima jornada. El lunes y el jueves acapararon la mayor parte de la actividad con una elevada asistencia a unos pabellones en la que se ha constatado un incremento de visitantes procedentes de Asia.

De los datos generales que se han comentado en la feria, destaca el alza de la producción española, que casi supone la mitad de lo que se fabrica en Europa.