La cerámica afronta una nueva edición de Cevisama con la convicción de hallarse ante una oportunidad más, un desafío para el progreso y la recuperación. El azulejo es clave en la economía local y provincial, un sector generador de empleo que ha contribuido en las últimas décadas al desarrollo económico de Castellón y al bienestar de miles de trabajadores y trabajadoras, y las expectativas de crecimiento de la industria son, en parte, las esperanzas de mejora individual para miles de castellonenses.

Hablar de cerámica es hablar de pasado, presente y futuro de Castellón. Es hablar de los éxitos de ayer y los desafíos de mañana. Porque, a pesar de las dificultades, de los efectos traumáticos de la crisis que tanto daño han causado, la industria cerámica es uno de los grandes pilares de la economía local y debemos hacer todos los esfuerzos para recuperar la pujanza del sector.

Vivimos momentos de incertidumbre y esa sensación de desconfianza nos hace más conscientes de que estamos en un momento en el que es necesario avanzar en investigación y desarrollo. Dos factores imprescindibles en la competitividad. Y uno de los ámbitos relevantes para el desarrollo industrial es, sin duda, el de la innovación. El futuro de la cerámica pasa por la mejora permanente, la incorporación de nuevas tecnologías a la gestión y a la producción, las nuevas oportunidades de desarrollo, el fomento del talento y el conocimiento... Son los retos del presente para ganar ese futuro que queremos que sea esperanzador.

La apuesta por la innovación es decisiva. Lo vemos en Cevisama, donde las empresas exponen los avances tecnológicos y de diseño que han de potenciar la comercialización, sobre todo en el ámbito internacional. En Cevisama se dan los pasos en el buen sentido para que la industria recupere el dinamismo. En el Ayuntamiento somos conscientes de que la cerámica es clave en el desarrollo. De hecho, una de las prioridades del Gobierno local en el ámbito económico es ampliar los usos de la cerámica en el espacio urbano. Por eso, hemos iniciado un proyecto de embellecimiento del entorno con cerámica, concretado ya en dos iniciativas.

Con la campaña ‘Un deporte, un valor’ se han instalado baldosas de grandes dimensiones con ilustraciones que representan los valores del deporte en las instalaciones municipales. El otro proyecto es el Sambori de la Magdalena de piezas cerámicas, con el que se han reunido tres conceptos: tradición, tecnología y cultura.

Desde el Ayuntamiento impulsamos también el proyecto Climate-KIC, junto al ITC y Keraben Grupo, que consiste en la instalación de una fachada ventilada que incorpora baldosas reflectivas que mejoran la eficiencia energética en la edificación. En cuanto el uso de la cerámica local en la rehabilitación de viviendas sociales y edificios municipales, el Gobierno local ha habilitado una partida de 300.000 euros para desarrollar planes de empleo propios en 2016.

Por último, otra de las grandes apuestas del Ayuntamiento en esta materia, el Premio Nacional de Cerámica ‘Ciudad de Castellón 2016’ que, con carácter bienal, organizamos con ATC. Un certamen que goza de gran prestigio nacional y que ha logrado estrechar los lazos entre arte e industria.

El apoyo al sector cerámico es prioritario. Somos conscientes de las dificultades por las que atraviesa la industria y observamos que la concesión a China de la condición de economía de mercado por parte de la UE puede afectar a los sectores productivos de Castellón con más dependencia del comercio exterior, como la cerámica. La UE no podrá establecer medidas antidumping sobre las importaciones chinas y, por lo tanto, no habrá una competencia justa en el mercado europeo.Las consecuencias pueden ser graves para el azulejo, que ya ha sufrido los efectos de la crisis y aún está en situación de fragilidad. Observamos con preocupación la posible incidencia en la destrucción de empleo y de inversiones industriales. Vemos esta situación con mucha inquietud y respaldamos la postura del sector cerámico, porque defiende el interés de Castellón. H