El presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffecc), Joaquín Font de Mora, y el recién nombrado secretario general de la entidad, Manuel Breva, se reunieron en Cersaie con los representantes de Ceramicolor, su asociación homóloga italiana, para abordar aspectos que competen a ambas, en particular vinculados con el ámbito energético y ambiental.

En este último aspecto, ambas asociaciones pusieron de manifiesto que cumplen con la normativa regional, nacional y europea, algo que destacaron que «no siempre se sigue en países competidores de otras áreas del mundo». Font de Mora explicó que tanto España como Italia «están comprometidos con la defensa medioambiental, y esto supone unos costes que no siempre se asumen fuera de Europa, con la desventaja competitiva que ello implica no solo en términos de rentabilidad, sino también de la conservación del entorno».

Tanto los responsables españoles como Claudio Casolari y Giuseppe Abello (presidente y secretario general de Ceramicolor) también instaron a los gobiernos a tener en cuenta las especificidades de la industria de las fritas y esmaltes «a la hora de elaborar o trasponer normativa», en este último caso del ámbito comunitario. En concreto, la regulación del uso de la sílice cristalina, el dióxido de titanio o los llamados documentos BREF están ahora en el punto de mira.