Una apuesta clara de esta corporación ha sido facilitar el desarrollo turístico e industrial de nuestro municipio como generadores de empleo. Porque consideramos que la mejor política social es la generación de empleo y que la generación de empleo también conlleva la mejora en la calidad del ya existente.

Esta política no solo está abriendo las puertas a la instalación de nuevas industrias (como la implantación del tercer grupo cerámico nacional en nuestra población) o la posible instalación de un nuevo camping en nuestra localidad, sino que, mientras otras poblaciones disminuyen en el número de habitantes, Moncofa continúa creciendo año tras año

El sector cerámico es un motor de la economía española fundamental y nosotros, los alcaldes de las poblaciones donde se sitúan estas industrias, tenemos la obligación de facilitar su crecimiento de forma sostenible, ya que son generadores de riqueza para el territorio y sus habitantes.

Soy de la opinión que el sector publico tiene un gran aliado en el sector privado, y no pienso como otros gestores públicos que ven en la empresa privada al enemigo y, en algunos casos, incluso al mismo demonio. El sector privado es el ente generador de empleo y progreso, que nos permite al sector privado trabajar para mejorar los servicios que prestamos a la ciudadanía, y sin este sector la administración no podría llevar adelante muchos de sus servicios ni los ciudadanos podrían obtener un sustento para sus familias.

Cevisama pone en valor todo lo bueno que es capaz de hacer nuestra provincia a través de la cerámica, la feria más internacional de las que se realizan en la Comunitat Valenciana. Una nueva edición de Cevisama será el escaparate par la promoción y comercialización del azulejo de nuestra provincia, que es lo mismo que decir del azulejo de España. Una cita internacional que sirve de termómetro del estado de un sector estratégico del que dependen miles de empleos y, por tanto, del bienestar de una gran parte de la población. Si hablamos de cifras, nuestra provincia es responsable del 95 % de la producción cerámica nacional, de más de 22.000 puestos de trabajo, de 3.300 millones de euros de facturación anual y desde las corporaciones locales es nuestra obligación continuar fomentando su crecimiento.

Es nuestra obligación, la de los gestores públicos, el velar por que el colectivo de los trabajadores obtenga un salario justo que les permita un nivel de calidad de vida digno y, cómo no, que no se produzcan abusos; pero también es nuestro cometido facilitar que estas industrias dispongan de todas las facilidades necesaria para que continúen produciendo desde nuestro territorio. No son el enemigo, son un aliado contra un enemigo mucho mayor y común a todos, el desempleo y la pobreza. El sector cerámico es futuro.