Un tercio de la industria azulejera está ya en manos de accionistas externos, bien de fondos de capital riesgo o de inversores internacionales, una tendencia de concentración que continuará a medio plazo en un sector con enorme potencial que afronta retos como el uso de energías alternativas y su modelo de producción en un contexto de crecimiento del mercado de EEUU.

La industria cerámica española, ubicada casi en su totalidad en la provincia de Castellón, mantiene su condición de potencia mundial en el sector siendo el quinto productor mundial, el segundo en exportaciones por volumen y el tercero por valor, según los datos recogidos en el informe sectorial de esta industria correspondiente a 2020 presentado este miércoles por Deloitte.

En 2019 ha crecido un 4 % en ventas, aumento que surge del crecimiento del 2,7 % de las exportaciones y del 8 % de las ventas nacionales, y las previsiones apuntan a alcanzar entre el 1,5 % y el 2 % este año.

Con Francia como primer destino y EEUU en segundo lugar, con 259 millones de ventas, el informe prevé un gran potencial de crecimiento del mercado estadounidense para la industria cerámica y augura que podría duplicar sus exportaciones a este país en los próximos tres años.

Los permisos de construcción y las viviendas terminadas muestran unas tasas de crecimiento acumuladas del 5,4 % y el 7,2 % respectivamente, unido a la sustitución de soluciones tradiciones (moqueta) por pavimento cerámico, hacen prever una posición más relevante de EEUU.