La evolución económica, la historia y la estructura social de Vila-real están absolutamente ligadas a la industria cerámica. Desde que, en la segunda mitad del siglo XX, la producción del azulejo tomó con fuerza el relevo como motor económico de la ciudad, el nombre de Vila-real ha llegado a prácticamente todo el planeta gracias a la industria cerámica. Una apuesta indiscutible que ha convertido a Vila-real en una de las capitales del azulejo a nivel estatal e incluso internacional.

Pero hablar de cerámica en Vila-real no solo es hablar de fábricas y de polígonos industriales. La cerámica es también, y cada vez más, innovación y desarrollo. Estos son los dos pilares -industrialización e innovación- que marcarán el futuro del sector y en los que llevamos trabajando en los últimos años, de la mano de los agentes sociales, de profesionales, de la universidad y del tejido empresarial.

Innovar es, ni más ni menos, que la capacidad de buscar respuestas nuevas a los nuevos retos que se nos plantean. Desde el año 2011, en Vila-real entendimos que los nuevos retos de la sociedad y la economía, en medio de una crisis gravísima, requerían de nuevas respuestas. Conscientes de esta situación, logramos en 2011 -y después lo revalidamos en 2015- el reconocimiento del Ministerio de Economía y Competitividad como Ciudad de la Ciencia y la Innovación, distinción que nos supuso la incorporación a la Red Innpulso de municipios innovadores de todo el Estado.

Una apuesta que se ha visto recientemente revalidada con la creación de la Xarxa Valenciana de Ciutats Innovadores, de la que Vila-real ostenta la presidencia.

No podemos obviar el papel que la industria cerámica ha tenido en la creación y consolidación de esta marca, fundamentalmente gracias a nuestras empresas y emprendedores y de la mano de la Cátedra de Innovación Cerámica Ciutat de Vila-real de la UJI, que extiende su influencia más allá de nuestras fronteras con acciones muy interesantes como, este mismo mes, la primera edición de la Feria Destaca en Ruta, con primera parada en Vinaròs.

Una de las principales prioridades de las administraciones públicas debe ser canalizar las potencialidades de la sociedad y estar al lado de nuestros sectores productivos en sus reivindicaciones y necesidades. A ese respecto, la cerámica castellonense y, en particular, de Vila-real sabe que tiene en el Ayuntamiento un apoyo absoluto desde todos las vertientes posibles: la dotación de infraestructuras, como la ronda Sudoest que, gracias a un trabajo callado y constante, por fin empieza a ver la luz; la reindustrialización del territorio, para garantizar suelo de calidad para la ampliación e instalación de industrias; o la reivindicación de todos aquellos proyectos que, como la estación intermodal o el corredor mediterráneo, son básicos para garantizar la competitividad del sector cerámico. Todo ello sin dejar de lado una apuesta estratégica por la innovación como base del desarrollo. Con estos objetivos seguiremos avanzando.