El carácter pionero de Metco se ha dejado sentir con fuerza en Cevisama 2018, con la presentación de su línea Sinkmet.

La firma, que nació en 1990, ha fundamentado su labor desde entonces en la creación de un producto exclusivo, a través de la interacción de los elementos químicos y los metales. Su principal éxito ha sido la consecución de una sencilla paleta de colores que aglutina todas las tonalidades que se encuentran en el entorno natural. Pero su verdadera distinción es la creación de una baldosa que integra directamente los colores en su estructura.

TRAYECTORIA

Su crecimiento ha pasado por la evolución en el empleo de la tecnología 1.0 a 4.0 de altísimo nivel, así como en un cambio en el sistema de producción, que permite crear un producto con una estética totalmente fidedigna, logrando plasmar la naturaleza en porcelanato técnico. La aplicación de esta química viva sobre las piezas confiere un efecto tatuaje, que genera colores intensos y penetrantes, compatibles con todas las impresoras.

En este sentido, Metco dispone de un set cromático base, a partir del cual puede crear tintas a medida, generando un abanico de cuatricromía que alcanza una infinita paleta de colores cuando incluyen metales como el oro, con el valor añadido de la constante apuesta por la perfección.

QUÍMICA

Los colores de Metco son «eternos», fruto de la fusión de los mismos con la pieza. Asimismo, no precisan de ningún recubrimiento protector, esmalte ni vidrio para lograr un acabado final pulido de extrema calidad, superando en ocasiones la imagen real en la naturaleza.

Cabe destacar que estas especificidades técnicas proporcionan a las piezas una gran uniformidad, cualidad que evita posibles accidentes. De hecho, un estudio ha demostrado que cuando se mojan aumenta su índice de adherencia, haciéndolas aptas para espacios de alto tránsito.