Exitoso. Así puede calificarse el paso por Cevisama de El Molino, que este año afrontaba una prueba especialmente crucial.

La firma que ha apostado por su renovación en todos los ámbitos, incluida su imagen de marca, ha visto recompensado su esfuerzo a través de los elogios de los visitantes. Los clientes han valorado muy positivamente esta evolución, que se enmarca en el espíritu de constante desarrollo de la compañía y que, en esta ocasión, ha apostado por posicionarse a la vanguardia, con diseños cautivadores y una puesta en escena de gran atractivo.

El nuevo estilo de la firma, que mantiene intacto su vocación por proporcionar al cliente un trato personalizado, se ha materializado en series con distintos acabados, tanto para interior como para exterior, que proporcionan infinitas posibilidades a la hora de crear ambientes únicos y con personalidad propia.

Así, los mármoles de la colección Lucca, con seis decorados en formato 30x90, acompañados de su pavimento coordinado; las reproducciones de piedras, plasmadas en Náquera y Viella; las figuras geométicas de Saturn; las gráficas orgánicas de Darwin; los relieves volumétricos de Bolsoi y Origami; y las altas prestaciones de los cementos e hidráulicos, presentes en las series Copenhaguen e Istambul, han configurado un crisol de opciones que define la búsqueda de soluciones para todos los gustos y necesidades. De este modo, El Molino ha visto refrendada su apuesta en el certamen internacional con un rotundo éxito.