El Molino, firma de referencia en el sector del azulejo, ha pulsado en feria el rotundo éxito de su viraje que potencia su carácter innovador a través del impulso de las propuestas de vanguardia. A falta del balance final, en la última jornada del certamen cerámico internacional, la compañía es consciente de la excelente aceptación de su nueva línea empresarial, un hecho que ha quedado plasmado con cientos de visitas a su estand, por parte de clientes, profesionales y público en general.

La capacidad de adaptación a los nuevos tiempos y a las exigencias de los mercados ha quedado de manifiesto con series actuales en las que calidad técnica y diseños atractivos son las claves de un éxito más que probado.

En este sentido, el responsable de Exportación de El Molino destaca que «estamos teniendo muy buena acogida. Son centenares los clientes que han visitado nuestro estand y nos han dado la enhorabuena. Esta es una apuesta clara por evolucionar, ofrecer al mercado productos más avanzados y, por suspuesto, más atractivos a nivel estético».

Los diferentes acabados y efectos en maderas, piedras, mármoles, cementos e hidráulicos, materializados series Pedralbes y Origami (reproducciones de piedras), que buscan expandir límites y dar una vuelta de tuerca en la experimentación con la fusión de materiales; y Stravaganza, en pasta blanca y formato 30x90, con una pieza ornamental basada en los brocados.

La clave de la capacidad de seducción de El Molino radica en la adopción de un restyling, que ha abarcado tanto a su imagen de marca como a su producción, sin renunciar a la característica que la ha encumbrado desde su creación: su cuidada atención al cliente para conseguir satisfacer al máximo sus necesidades, procurando ofrecer variedad de estilos y formatos de calidad. La gran aceptación registrada en Cevisama demuestra el acierto de esta nueva andadura, que refuerza su espíritu innovador.