Raminatrans cierra hoy su participación en Cevisama conla sensación de que la semana ha sido muy provechosa para sus intereses. La gran variedad de clientes que han acudido a su estand permite a la firma transportista consolidar un objetivo en el que trabajan desde hace meses: la diversificación de los mercados.

«Es nuestro gran reto, y para ello hemos hecho una inversión muy importante en almacenes, pasando en Castellón de 1.000 a 14.000 m2 en tan solo dos años», explican en la firma.

La compañía ha comenzado el año de enhorabuena, gracias a la reapertura temporal del mercado argelino, que aporta «mucho volumen» a la firma.

Pero ya durante el 2017 --un año «duro» pero finalmente «satisfactorio»-- se lanzaron a la búsqueda de nuevos clientes internacionales para compensar el cierre de aduanas de este importante país del norte de África. De esta forma, ya tienen presencia regular en las dos costas del África negra, en los países árabes y del Golfo Pérsico, en muchas de las repúblicas exsoviéticas o en Turquía, un estado que crece a buen ritmo pese a las turbulencias políticas de los últimos tiempos.

En la mayoría de estos paises, Raminatrans trabaja con producto cerámico y trasladando materias primas claves para este sector, aunque también trasporta otros productos gracias a su gran versatilidad.