Tras la apertura de puertas de Cersaie tuvo lugar la primera de las intervenciones institucionales por parte de los representantes gubernamentales del país anfitrión, cuyo máximo responsable anunció la reforma de la Constitución italiana con el fin de favorecer la homogeneización normativa entre las diferentes regiones de la península al objeto de ganar en competitividad. La medida, que fue ayer muy aplaudida por los representantes de la industria italiana, fue seguida con atención por los distintos empresarios del sector en España, quienes dejaron ver los paralelismos que existen en este sentido con lo que ocurre aquí.

Los representantes del Gobierno italiano anunciaron, además de reformar la Carta Magna, medidas dirigidas a fomentar el desarrollo de la industria con el fin de favorecer nuevos escenarios que promuevan mayores impulsos que esperan tengan una repercusión directa en sectores como el caso de la cerámica.

Representantes de las empresas españolas señalaron que la industria urge hoy medidas «que exigirán un sobreesfuerzo a las administraciones con el fin de favorecer un sector que crea empleo y lo hace de una manera más estable», según consideraron algunas de las voces asistentes a estos foros de debate en Cersaie.

Finalmente, el sector del azulejo reclamó «medidas valientes» como las emprendidas por el Gobierno italiano con el propósito de fomentar la producción y comercialización de los productos, con la vista puesta en la digitalización y automatización de los procesos industriales.