Las medidas de apoyo para la rehabilitación de viviendas que prepara el Gobierno central para el periodo 2018-2020, a imagen y semejanza del plan Renhata implantado por la Generalitat Valenciana, ha despertado el interés del sector azulejero, ya que en sus líneas básicas, hoy en fase de borrador, contempla ayudas que, según se prevé, puede favorecer de manera directa a los productos cerámicos, según entiende el presidente de la patronal Ascer, Isidro Zarzoso.

Los nuevos planes, que se esperan amplifiquen los espacios y las posibilidades para la rehabilitación de las viviendas, no solo contribuiría a favorecer una mayor fabricación y comercialización, sino que tendría una repercusión directa en el empleo y, en definitiva, a activar el sector de la construcción, según entienden responsables azulejeros que llegan hoy a la feria Cersaie con propuestas encaminadas a ofrecer nuevas posibilidades en materia de revestimientos.

«Lo que interesa es ampliar los espacios para rehabilitar y cincunscribirlo más allá de la remodelación de las zonas comunes de los edificios y entrar en las viviendas», señala Zarzoso, quien espera, además, una nueva reedición de un plan Renhata que ha agotado su presupuesto inicial debido a la fuerte demanda.

El sector azulejero confía en que estas iniciativas se extiendan a la rehabilitación integral de los edificios, pero también a las propias viviendas, lo que repercutiría muy positivamente en la industria castellonense, según entiende el máximo responsable de la patronal cerámica.

LA CUESTIÓN CHINA // Además de las expectativas que pueden acarrear al sector los planes para fomentar la rehabilitación de viviendas en España, otro de los asuntos que estarán muy presentes en esta nueva edición de la feria Cersaie será la decisión final que adopte la Comisión Europea respecto a las medidas antidumping con respecto a los productos procedentes de China.

«Confiemos en que la Unión Europea renueve las medidas correctoras ya emprendidas», indica Zarzoso, ya que la sobrecapacidad productiva del gigante asiático y su política de precios por debajo del coste pondría en riesgo la supervivencia del sector no solo de Europa, sino de sus países vecinos, que ya han adoptado planes para protegerse de esta práctica comercial, según señala el representante de Ascer.

Como dato, basta decir que mientras el conjunto de empresas cerámicas europeas, lideradas por italianos y españoles, producen al año un volumen de unos mil millones de metros cuadrados, solo China fabrica 17.000 millones, lo que da fe del potencial productivo de este país frente al resto de países. En este sentido, «todos los actores europeos estamos de acuerdo en la necesidad de renovar esas medidas», explica el presidente de Ascer, quien añade que espera que se dé solución al actual conflicto proteccionista que ha implantado Argelia, país origen de prácticamente todo el gas que consume el sector en Castellón.