Las grandes ferias, en especial Cersaie y Cevisama, no son solo los mejores escaparates que tienen las empresas para mostrar sus novedades, sino también un momento en el que el sector azulejero aprovecha para hacer públicas sus reivindicaciones a las administraciones. En esta edición de la feria italiana, los costes de la energía, y particularmente la rebaja de los peajes del gas, han copado la mayoría de las intervenciones de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer).

Así, y en paralelo a la actividad comercial, ha habido una intensa agenda diplomática centrada en la exigencia de que el presidente de la patronal estatal (CEOE), Antonio Garamendi, rectificara unas declaraciones en las que se posicionaba de forma clara del lado de las gasistas --y contra la industria, interpreta no solo Ascer, sino también los empresarios de esmaltes y maquinaria-- en el conflicto por la rebaja de los peajes del gas que propone la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

Todos estos contactos y el monumental cabreo existente, que el sector se encargó de evidenciar durante los días de feria, obtuvieron recompensa el jueves cuando la Confederación Empresarial Valenciana anunciaba una cumbre con Garamendi para el próximo 8 de octubre. Se trata de un encuentro forzado en buena medida por el sector azulejero, que no obstante ha estado respaldado por otros como el del papel, el químico o el petróleo, también consumidores intensivos de gas.

También el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se alineó con los intereses de la cerámica, que pide al dirigente de la CEOE neutralidad y a Competencia ir más allá en la rebaja de los peajes.