La empresa Talleres Cortés, ubicada en el municipio castellonense de l’Alcora, ha conseguido consolidar su posición en el mercado desde que iniciara su andadura en 1951, cuando Juan Bautista Cortés trasladó la industria familiar del Grau de Castelló a la capital de la comarca de l’Alcalatén.

El crecimiento del sector cerámico y la apuesta constante por la renovación han supuesto, a lo largo de estos 68 años de trabajo, una transformación radical: Talleres Cortés ya no es la firma familiar de mantenimiento de maquinaria de la industria azulejera, sino que se ha convertido en un referente dentro del sector de la matricería cerámica.

Sus orígenes recuerdan esa vocación de servicio a las empresas dedicadas al azulejo, el principal motor de la economía industrial de la provincia de Castellón. Y ese espíritu se ha mantenido a lo largo de más de medio siglo después, pero con una transformación digital y de organización en el propio seno de la empresa para adaptarse a las nuevas necesidades de un cliente que en nada se parece al que existía a mediados del siglo XX.

ALTA COMPETITIVIDAD

No en vano, Talleres Cortés es la primera empresa de España dedicada a la fabricación y reparación de moldes en un sector dependiente de la revolución tecnológica para sobrevivir en un mundo con una competitividad desbordante. Por todo ello, el carácter familiar de la compañía se ha mantenido, pero dejando paso a la ambición de abrirse paso a la consecución de nuevos retos.

Y así, consolidando su respetable imagen de calidad y atención personalizada, ha adoptado nuevas metas con las que atender a un mercado ante todo de gran exigencia, sin descuidar los riesgos en momentos de dificultades económicas, como es el caso de la reciente crisis española.

UNA DÉCADA DE TRANSFORMACIÓN

Es cierto que ha pasado ya una década desde que la industria azulejera castellonense y sus auxiliares y, en realidad, el conjunto de la economía provincial y nacional, se vieron sacudidas por las circunstancias de la depresión económica. Frente a las dificultades, Talleres Cortés multiplicó sus esfuerzos para hacer frente a la nueva realidad del sector.

En este sentido, la fábrica de l’Alcora optó por dos vías para mantenerse y garantizar un futuro mejor a sus clientes y, a la par, a su plantilla. Por un lado, la firma abogó por aportar nuevas soluciones para cualquier modelo, formato o sistema productivo, de modo que permitiera atender las nuevas necesidades de la industria. Y, por otro lado, exportar Cortés España a América en busca de conseguir en los mercados emergentes nuevos clientes de sus servicios especializados.

CORTÉS MOLDES PERÚ

Precisamente, dentro de esta línea estratégica de expansión mundial, nació Cortés Moldes Perú, S.A.C. que, una década después, ha conseguido rentabilizar las inversiones realizadas en su momento y ya puede presumir de haber consolidado las relaciones comerciales en la zona y alrededores. La factoría cuenta actualmente con un equipo de 15 trabajadores y asiste a importantes clientes de América Latina, gracias a los equipos y a la maquinaria que han sido trasladados desde España.

Tanto la delegación de l’Alcora como la peruana han sabido evolucionar al calor de la innovación y de las nuevas exigencias del mercado en un mundo global. A la construcción de moldes y punzones elaborados a demanda del cliente, y principal actividad de la empresa, se suma la asistencia técnica 24 horas para garantizar el servicio integral y una atención postventa a la altura de la profesionalidad que marca toda la cadena productiva.