La continua evolución del clúster cerámico de Castellón y las crecientes necesidades de equipamientos técnicos han propiciado que, a lo largo de las últimas décadas, se haya desarrollado en la provincia una potente y próspera industria de maquinaria y automatismos que, en la actualidad, es toda una referencia mundial.

Su experiencia, vocación internacional y carácter innovador han sido tres elementos decisivos para que este grupo de empresas haya podido superar el 2020, el ejercicio más complicado de toda su historia. Debido a la pandemia de coronavirus, y a las consecuencias de la alerta sanitaria en todo el planeta, este subsector ha sufrido para mantener su volumen de negocio, pero finalmente ha conseguido este objetivo con una mínima merma, dadas las circunstancias tan adversas.

La mayoría de estas firmas tecnológicas está integrada en torno a Asebec, la Asociación Española de Fabricantes de Maquinaria y Bienes de Equipo para la Industria Cerámica, con sede en Castelló. Su presidente, Juan Vicente Bono, recalca «las importantes dificultades que hemos afrontado como colectivo desde la llegada del covid-19, pero lo cierto es que, pese a todo, hemos conseguido cerrar el año 2020 con una caída en las ventas de tan solo un 5% de las ventas». Asimismo señala que la facturación de los asociados «ascendió a un total de 390 millones de euros, 140 millones de los cuales llegaron gracias a las exportaciones a países de todo el mundo».

Con 48 empresas adheridas y 1.600 empleados, el 90% de los cuales de la provincia de Castellón, el sector de la maquinaria cerámica encara el presente ejercicio «con muy buenas perspectivas», con importantes picos de trabajo en la mayoría de las firmas y con pedidos confirmados para buena parte del presente curso. De hecho, los ERTE han ido cancelándose de forma paulatina conforme se retomó la actividad tras el verano y ahora su presencia es residual dentro de esta industria.

Desde Asebec también confirman que «las previsiones para este ejercicio son excelentes, animadas, sobre todo, por los grandes grupos de fabricantes nacionales que están aumentando sus inversiones». «También esperamos crecer en el extranjero conforme vayan eliminándose las restricciones de movilidad en todo el mundo y el personal técnico pueda desplazarse con normalidad por cualquier país», explica Bono. Argelia y los países de América son, junto con el pujante mercado español, los principales destinos en los que confía el subsector para volver a crecer después de haber aguantado el tipo tras el complejo 2020.

Un colectivo en constante reinvención

Una de las características de las mercantiles de maquinaria cerámica es su especialización, una característica que ha permitido su liderazgo mundial. Las firmas de Castellón, así como las multinacionales que operan con sus filiales en la provincia, han hecho de la I+D+i su bandera y en la evolución de sus soluciones la mejor arma comercial para competir en todos los mercados. Con este afán, este conjunto heterogéneo de compañías son capaces de resolver todos los requerimientos técnicos asociados a la fabricación de cerámica.

Así, la fama de los desarrollos made in Castellón abarca desde moldes, punzones, cuchillas, secaderos, atomizadores, soluciones para el empaquetado y el paletizado, recambios y suministros, maquinaria para el tratamiento de materias primas, apiladores, útiles diamantados para el corte, pulido y rectificado de piezas, sistemas informáticos para la gestión del color, avances en robótica o impresoras de decoración inkjet, entre otros avances.