Un total de 14 son las empresas que compiten por adjudicarse las obras que deben conducir a la protección efectiva de la costa sur de la provincia de Castellón. Se trata de las mercantiles que han presentado sus ofertas al proyecto de estabilización del frente litoral que afecta a los términos municipales de Almenara y la Llosa, y que incluye, entre otros aspectos, la construcción de cuatro espigones y el alargamiento de otros para evitar que los temporales marítimos acaben destrozando la costa de ambas localidades y engullendo sus playas.

Y es que ayer, los técnicos de la Dirección General de Costas procedieron a abrir el tercero y último de los sobres, el de la propuesta económica, que determinará la adjudicación provisional de unas obras reclamadas desde hace décadas, en especial por el Ayuntamiento de Almenara.

El presupuesto de licitación de 7,8 millones para unos trabajos a ejecutar en el plazo de un año ha demostrado ser lo suficientemente atractivo para lograr atraer a mercantiles de Barcelona, Madrid, Ourense, Alicante, Asturias, València, A Coruña, Segovia, Cantabria, Vigo, Mallorca o Castellón que, en algunos casos, han decidido concurrir en forma de Unión Temporal de Empresas (UTE).

En concreto, han presentado sus ofertas Comsa, Ferrovial, Sato, Extraco-Ecisa, Ogensa-Vilnor, Pavasal-Arias, Becsa-Vias, Torrescámara, Alvac-ASCH-Ciomar, Acciona, Drace, Lantania-CivisGlobal, Mab-Lic y Rover Infraestructuras.

La alcaldesa de Almenara, Estíbaliz Pérez, destaca el «gran interés que ha suscitado el proyecto, lo que demuestra que esta es una obra de envergadura y de relevancia nacional». Con todo, incide en que, «una vez abiertos todos los sobres de la plica, la adjudicación provisional no debería demorarse más allá del final de este año 2020, porque de lo que se trata es que los trabajos comiencen cuando antes, ya que para la playa Casablanca es más que urgente que se inicie la construcción de los espigones que se contemplan para, de esta forma, nuestro litoral cuente con las defensas necesarias para aguantar el oleaje de los temporales del próximo otoño.

Y es que el arranque de las labores dependerá, como ya publicó Mediterráneo, de la decisión que tome la Dirección General de Costas para sortear el periodo de anidamiento del chorlitejo patinegro, pues de lo contrario podría demorarse este comienzo hasta el verano del 2021. «Si es posible que los trabajos se inicien en la zona norte del tramo afectado, en la Gola de la Llosa y que la actuación se realice hacia el sur, sería muy positivo», afirma Pérez.