El balance no podía ser más positivo para la XVII Mostra de la Trufa Negra de l’Alt Maestrat atendiendo a los datos de asistencia que facilitó ayer el Ayuntamiento de Culla, municipio anfitrión. Más de 4.000 personas acudieron a esta cita gastronómica «superando todas las expectativas», como no dudaron en afirmar al finalizar el evento.

Que la iniciativa, doce años después, alcance una respuesta de esta envergadura supone, para los organizadores «su consolidación como referente del turismo agroalimentario», al tiempo que se convierte en «un gran foro de divulgación en torno a la truficultura».

El alcalde de Culla, Víctor Fabregat, aseguró que en la recta final «he podido comprobar como tanto profesionales, como visitantes y el sector servicios y turístico local, coinciden en que se han superado las previsiones, que ya eran positivas».

Quienes se han acercado al pueblo aprovechando la programación promocional han tenido a su disposición un programa de 20 actividades, además de la parte expositiva y de degustación.

dedicación especial / Para el alcalde, merece especial mención la entrega de la distinción Trufa d’Honor, que en su primera edición ha sido concedida a Demetrio Ferrando Beltrán, truficultor de Benassal. Fabregat incidió en que la iniciativa «pretende convertirse en un agradecimiento a la dedicación personal, institucional o empresarial» en este ámbito específico y aseguró que tendrá continuidad en las próximas convocatorias, a celebrar en Catí y Benassal, como es costumbre.

El programa incluyó un concurso a la trufa de mayor peso y el de perros buscadores, en su versión general e infantil.