La fiesta del santo patrón de Betxí se celebró ayer por todo lo alto, favorecida tanto por el buen tiempo como por la coincidencia de la romería de Sant Antoni en domingo. El alcalde de la localidad, Alfred Remolar, hacía un balance “muy positivo del día, en el que todo ha ido perfecto”. El primer edil calcula que unas 5.000 personas acudieron a la Muntanyeta, donde se repartieron los pañuelos conmemorativos y 3.200 coquetes de sal y aceite. A media tarde, los participantes volvieron al núcleo de Betxí, “donde ha seguido la fiesta hasta la noche, con una gran cantidad de celebraciones”, añadía Remolar.

Muchas familias y grupos de amigos se instalaron con sus mesas en las inmediaciones de la ermita, al igual que los puestos de la feria. Además, la delegación de la localidad francesa de Alairac, hermanada recientemente con Betxí, disfrutó de esta jornada de convivencia. H