Las fiestas que Almassora celebra hasta mañana domingo en honor a Santa Quitèria destacan por el espíritu de hermanamiento entre sus vecinos. Tanto es así, que ayer cerca de 5.000 almazorenses compartieron mesa y mantel en pleno centro de la localidad, en el marco de la popular y multitudinaria cena de pa i porta.

Desde primera hora de la mañana, la plaza Pere Cornell, la avenida José Ortiz y la plaza España registraron el montaje de las mesas y las sillas que, a partir de las 21.00 horas, dieron vida a uno de los actos más emblemáticos de los festejos de Santa Quitèria. En concreto, la Junta Local de Fiestas registró 4.973 inscripciones, que se distribuyeron por sectores identificados por manteles de colores para facilitar la búsqueda entre los asistentes.

La Cooperativa Agrícola Sant Josep obsequió a los comensales con las bebidas para acompañar el ágape, en el que no faltó la música de la orquesta La Fiesta. Y, entre tanto, los más pequeños disfrutaron con un parque infantil. Y, como de costumbre, la celebración de este tradicional evento festivo pospuso el inicio de la primera embolada hasta las 01.00 horas, si bien las celebraciones continuaron hasta la madrugada en el Recinte Fester.

SUEÑO TAURINO // No es lo mismo echar de menos que echar de más. Almassora vivió ayer la penúltima tarde de bous per la vila de Santa Quitèria como se vive todo aquello que no se quiere que termine. Y eso a sabiendas que la feria taurina llega hoy a su fin.

De menos se echó a Borja Gimeno en la salida del primero de la tarde, patrocinado por la peña El Trasto. En esta ocasión, Raulillo recibió al Torrealta con la camiseta morada de la peña El K-nut y no con la lila que siempre prevalece en una tarde como la de ayer. Revuelo, el negro bragado, no echó cuentas a los numerosos rodadores que lo citaron en la arena de la plaza Mayor y se limitó a dejarse llevar para salir hacia las calles. Los cabestros de El Salinero fueron hasta La Picaora, donde basó su exhibición.

Soñador, de La Quinta, hizo soñar a una Vila que no ha ido sobrada de bravura esta semana taurina. El de encaste Santa Coloma, aportado por El Comboi en sustitución del Moreno Silva anunciado, salió sin florituras a la plaza Mayor donde lo esperaba César Palacios. Cogió sentido durante la primera parte de su suelta en la calle San Vicente, apretando a algunos rodaors.

Minutos después la plaza Mayor fue más plaza que nunca para darle lidia al ejemplar, recomendada para aficionados guerreados. Volvió a sentirse torero con él Nacho Cancio, que lo embarcó suave con la chaqueta. De Trasto también tiró mano Patricio. No fueron pocos los que no se resistieron a medirse con él, al quiebro o a la rodada.

Al finalizar los actos taurinos, Almassora siguió toreando. Los más pequeños, además, participaron el encierro infantil de carretones embolados de la Asociación de Peñas Taurinas.