Alrededor de 6.000 estudiantes portugueses han pasado una semana en el complejo turístico de Marina d’Or, tras volver a escoger a Orpesa como destino costero para celebrar su viaje de fin de curso.

Se trata de jóvenes, de entre 16 y 17 años, que han disfrutado de estas vacaciones de sol y playa en diversos hoteles y apartamentos del complejo. Su viaje terminó al mediodía de ayer, cuando cogieron los autobuses para regresar.

Pero no es la primera vez que los estudiantes portugueses eligen la localidad para su viaje de fin de curso. El buen clima, las playas, la oferta hotelera y de actividades está convirtiendo a Orpesa en un destino puntero para los viajes de fin de curso de los jóvenes de este país vecino, lo que se ha traducido en un incremento de la demanda cada año.

Y tras la oleada de jóvenes portugueses, el municipio se sumerge ahora en los días clave de Pascua con buenas expectativas. El alcalde, Rafael Albert, destacó que las previsiones son «excelentes». La ocupación turística alcanza «un 95% en cámpings y un 80% en los hoteles», apuntó el primer edil. La mayor parte de los turistas son nacionales.