--Ya estamos cruzando el ecuador del mandato. ¿Qué balance hace de estos dos años?

--El balance es muy positivo. En lo que va de mandato hemos podido poner en marcha un sistema de gestión de gobierno más dialogante y con mayor apertura al resto de grupos políticos. De hecho, el consenso con las otras fuerzas políticas, como en el plan de inversiones prioritarias, nos permite ejecutar las infraestructuras necesarias para que Benicàssim siga avanzando.

--¿Qué compromisos han cumplido y cuáles quedan pendientes para estos dos años?

--Podríamos decir que nuestro programa electoral lleva cumplido cerca del 70% de sus compromisos. De hecho, algunos de los grandes proyectos, como la restauración de la Torre Sant Vicent, serán una realidad este mismo año. Pero, además, van surgiendo nuevas demandas ciudadanas que canalizamos a través de los presupuestos participativos y se suman a nuestro plan de mandato. Y, sobre todo, lo más importante, estamos desbloqueando programas que se habían quedado paralizados por el Consell y en los que el Gobierno valenciano nos dejó en la estacada.

--Siempre ha defendido que uno de sus objetivos es reducir la deuda. ¿La amortización completa de la misma ya está cerca?

--Cuando entré a gobernar, en el año 2011, heredé una deuda de 17 millones de euros. Mi objetivo fue ir reduciéndola paulatinamente y puedo decir con orgullo que a finales de año podremos dejarla a cero, es decir, habremos saneado el débito histórico del Ayuntamiento con los bancos. El hecho de no tener una casa endeudada ha sido gracias a la buena gestión económica de los últimos años. Por otro lado, durante el mandato tripartito no solo no se amortizó ningún crédito que pudiera haber adquirido el Ayuntamiento, sino que, además, se engrosó el débito hasta niveles inasumibles para un municipio como este. De hecho, a pequeños proveedores se les dejó a deber más de 1,5 millones de euros en facturas en el cajón.

--¿El Ayuntamiento ya no tiene deudas con los proveedores?

--Atrás han quedado los 1,5 millones de euros que encontramos de impagados. Hoy, los trabajos realizados se cobran a tiempo. De hecho, el plazo medio de abono se publicita en la web municipal como síntoma de transparencia y se ingresa a unos 20 días.

--En materia de festivales, la oferta suma y sigue. El último, el SanSan. Tras su estreno, ¿apuestan 100% porque continúe en Benicàssim y en las mismas fechas?

--Nuestra apuesta por convertir Benicàssim en Ciudad de Festivales es firme y está dando sus frutos, pues con ella hemos experimentado un crecimiento espectacular en promoción del destino y en dinamización económica del municipio. A la oferta del FIB o el Rototom hemos sumado el Sansan, que ha venido con vocación de quedarse. Para consolidar estos eventos al aire libre y que tengan una proyección nacional o internacional hay que contar con varios factores, como el clima o las vacaciones del potencial asistente. Con todo ello, hay que buscar las mejores fechas que, por otro lado, no sean los meses de verano. Por ello, la apuesta por Semana Santa para el Sansan nos pareció la apropiada.

--El próximo es el FIB. ¿Benicàssim tiene el suelo garantizado para celebrarlo a largo plazo?

--Consolidar un espacio acorde y seguro para la realización de festivales ha sido uno de mis principales retos. Después de 22 años celebrando estos eventos en Benicàssim, la provisionalidad del recinto no tiene sentido. Se tiene que trabajar en la línea de que, si queremos apostar por estas citas como uno de los motores económicos locales, debemos de crecer en espacios fijos y de calidad.

--La ciudad también ha resurgido a nivel hostelero y de ocio con la apertura de nuevos locales.

--Cuando me presenté a las elecciones en el 2011, lo hice con el claro objetivo de despertar a un Benicàssim que permanecía aletargado. Trabajamos codo con codo con el tejido empresarial para buscar fórmulas que reflotaran el ambiente y establecimos un calendario de actividades culturales, deportivas y turísticas que cada año han ido incrementándose y que han hecho de la localidad un destino de proximidad también durante todo el año. Así lo demuestra el hecho de que los empresarios respondieron y empezaron a adecuar sus negocios a este cambio. Hoy en día existe una gran oferta de restauración con un nivel de calidad y atención excelente y es que, como me gusta decir, en Benicàssim la calidad nos distingue todo el año.

--Han iniciado el proceso para estudiar la resolución del PAI de Benicasim Golf. ¿Cómo afectará esta medida a los vecinos?

--Los trámites urbanísticos son siempre complejos. Como en todos los proyectos, hay que valorar las afecciones para que no menoscaben los derechos de los ciudadanos y en esta línea estamos trabajando en la actualidad.

--¿Le gustaría continuar como alcaldesa y como candidata del PP a las próximas elecciones?

--Ser alcaldesa de mi ciudad es lo más ilusionante que me ha pasado. Trabajar por gente es sacrificado, pero resulta también muy gratificante. Hay Susana Marqués para rato, pues sigo teniendo ilusión por seguir adelante.