El Ayuntamiento de Benicarló adquirió ayer por 30.931,54 euros los terrenos que albergan el yacimiento del Mas de Fabra, un nuevo asentamiento arqueológico descubierto en el 2015 a raíz de las obras de construcción de la variante de la carretera N-340 y que destaca por su singularidad.

El espacio, que alcanza los 2.000 metros cuadrados, data del siglo VII antes de Cristo y es de los pocos conservados en una zona de llanura.

La adquisición está financiada con fondos europeos a través de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi) y pretende «poner en valor tanto el yacimiento como los importantes vestigios recuperados a través de las primeras prospecciones que se hicieron en el 2015 y el 2016» Así lo reconoció el concejal de Cultura, Pedro Manchón, que calificó la compra como «una gran noticia para Benicarló». El edil anunció que «a partir de ahora, podremos empezar a concretar un proyecto muy ambicioso que se convertirá en uno de los pilares de la promoción de nuestro patrimonio histórico».

Cabe recordar que el lugar ya fue catalogado previamente como bien de relevancia local y, por lo tanto, forma parte del catálogo de bienes y espacios protegidos.

RECUPERAR LAS PIEZAS / Todo el material que se recuperó con las primeras prospecciones se trasladó al Museo de Bellas Artes de Castelló, ya que el centro expositivo de Benicarló aún no contaba con la calificación oficial de museo. Una vez conseguida en el 2017, el depósito ya podrá retornar a la localidad en un futuro para incorporarse a las piezas halladas a través de nuevas excavaciones, por lo que la colección quedará así unificada. Desde el consistorio se solicitó a la Diputación la redacción del proyecto de exploración y consolidación para intervenir en profundidad.