El gobierno municipal de l’Alcora ha lanzado un plan para solucionar la problemática de los excrementos de perro en espacios públicos. El objetivo es potenciar su recogida en las calles, zonas verdes o jardines al tratarse de una de las principales quejas que trasladan los vecinos.

Para hacerlo posible, una de las acciones que se pondrán en marcha de forma inminente, tras haber recibido el permiso de la Subdelegación del Gobierno, es implantar la vigilancia de policías locales que irán vestidos de paisano por el municipio.

El objetivo de los agentes será descubrir in fraganti a las personas que no recogen los excrementos, incumpliendo así la ordenanza municipal de convivencia ciudadana. La normativa contempla multas que van de los 100 hasta los 750 euros.

El equipo de gobierno se reunió ayer con la Policía Local para ultimar la iniciativa y establecer medidas que tienen un fin “disuasorio y no recaudatorio”, tal como aclararon tras el encuentro los responsables municipales.

Por otro lado, para facilitar la limpieza, el Ayuntamiento dispondrá 50 nuevas papeleras, que se distribuirán en diferentes puntos de la ciudad. También se ubicarán varios expendedores de bolsas de plástico en las zonas más conflictivas, tras un análisis realizado por la Policía Local.

CAMPAÑA INFORMATIVA // Desde el Ayuntamiento se está preparando una campaña informativa y de concienciación enfocada a la ciudadanía por esta situación.

El concejal de Medio Ambiente, Samuel Falomir, indica que están decididos “a tomar las decisiones que sean necesarias para erradicar esta situación”. “Estamos estudiando varias opciones e iremos trabajando en ellas, siempre pensando en la eficacia y el éxito de las mismas, con responsabilidad y con una optimización de los recursos públicos”, detalla.

Además, el edil advierte a los vecinos que no recogen los excrementos de que se actuará “con contundencia, porque no es justo que sufran todos el incivismo de unos cuantos” y recordó que, “durante cuatro años, el PP ha mirado a otro lado ante los problemas y preocupaciones”.

El plan presentado se enmarca en la campaña L’Alcora Neta que propone acabar con los malos olores, falta de higiene y la mala imagen de las calles. H