Las buenas expectativas apuntadas en la jornada inaugural se confirmaron ayer, y la quinta edición de la Fira de la Tomata de Penjar de Alcalà ha supuesto la consolidación de esta apuesta, en la que cada año se promocionan los productos más representativos de la localidad. Si en el 2016 se logró la mejor cifra de ventas, en esta ocasión se ha superado, con los 3.500 kilos de tomates comercializados, tal y como han indicado desde la organización de la cita.

Las calles que han acogido el evento han sido un hervidero de gente, algo favorecido por las buenas condiciones del tiempo, y la coincidencia con el puente festivo del Pilar. De hecho, el Ayuntamiento decidió doblar la capacidad de los autobuses gratuitos fletados desde el núcleo de Alcossebre, ante la afluencia de visitantes. Otra muestra de la buena respuesta ha sido el trabajo que han tenido los restaurantes, con la preparación de menús especiales, y que tenían a la emblemática tomata de penjar como ingrediente destacado de los platos.

La vertiente gastronómica también ha estado presente en la plaza de la Iglesia, con las exhibiciones variadas de los cocineros en el showcooking, con ideas novedosas para preparar en las casas.

DINAMIZACIÓN / El alcalde de Alcalà, Francisco Juan, ha hecho referencia a la labor de dinamización que tiene la Fira para el conjunto del municipio. «Desde sus inicios, hemos ofrecido productos de proximidad, gastronomía, patrimonio y comercio, lo que invita a degustar y comprar». Ha añadido que dos de los símbolos más destacados «son la iglesia y el campanario, y con esta propuesta de cada mes de octubre hemos creado una nueva seña de identidad». Además, la torre se ha iluminado con los colores representativos de este fin de semana.