Alcalà de Xivert ya cuenta con dos parques caninos en sus principales núcleos, con lo que desde el equipo de gobierno local quieren consolidar la vocación de ser un municipio amigo de las mascotas. Una iniciativas que comenzó hace dos años con la habilitación de su playa canina.

La primera de las instalaciones finalizada ha sido de la Alcossebre, entre las calles Bedoll y Ametller. Ocupa una extensión de unos 1.400 m2 y está vallada para evitar que las mascotas puedan salir.

En el caso de Alcalà, este equipamiento fue culminado hace unos días, en un solar del polígono industrial el Campaner. El coste de los proyectos asciende a 16.400 euros cada uno, con recursos procedentes de las inversiones financieramente sostenibles surgidas del ahorro municipal en el 2017. La colocación de materiales y la adecuación de los espacios fue a cargo del personal contratado por el plan de empleo.

El alcalde, Francisco Juan, dice que finalmente podrán «disfrutar de un lugar pensado para que los perros puedan aprovecharlos y se haga un buen uso, fomentando la convivencia entre mascotas y el resto de la población».