El Ayuntamiento de Alcalà-Alcossebre ratificó ayer en el pleno la modificación de la ordenanza reguladora de la convivencia ciudadana para poner freno a las conductas incívicas relacionadas con la compra de productos procedentes de la venta ambulante ilegal, más conocida como top manta.

La modificación consiste en la introducción de un párrafo en el que se alude específicamente a que «se prohíbe la compra o adquisición en el espacio público de cualquier producto procedente de la venta no sedentaria o ambulante no autorizada». De esta forma, podrán perseguir y sancionar a los compradores.

Esta iniciativa fue demandada por comerciantes locales y la Asociación de Empresarios de Alcalà-Alcossebre para sumar una nueva herramienta que advierta y multe esta práctica. También se une a las medidas del Ayuntamiento para ayudar a los negocios del municipio a hacer frente a la crisis del coronavirus.

«El top manta es un perjuicio para los establecimientos que pagan sus impuestos y cumplen la legalidad», explica el alcalde, Francisco Juan. Las multas irán de los 750 a los 3.000 euros de las más graves.

Por otra parte, también aprobaron la prohibición de secar ropa en los balcones de forma visible desde la calle.